Me sacan de mis casillas y a veces los cambiaría por otros, pero ya es tarde. Ha llegado la hora de estar con ellos más que nunca. Animarlos para que nos animen. Nunca entenderé la Liga que llevan pero estamos en sus manos.
Si se salvan, Dios lo quiera, me alegraré mucho y les perdonaré la temporada que me han dado. Con los futbolistas que tenemos en el Almería para llegar a la salvación ‘echando potas’ es mucho para mi cuerpo.
Ya no les canso más con lo que pudo haber sido de la temporada con otro inicio y un poco de suerte. Es agua pasada y el fútbol solo tiene presente. Porque hablar de futuro con este Almería suena a milonga.
Estamos en manos de los jugadores de Ramis. Desde hoy hasta que quede un hilo de vida no les voy a cuestionar pero les pongo tarea para dos jornadas seguidas: un pleno de puntos.
No se por qué desde que comenzó la temporada le dije a Rafa y a Carlos que “en Mallorca ganamos” y si vamos a Mallorca con los 45 puntos ya tenemos en la mano la salvación.
Yo celebro mucho cada triunfo del Almería. Nunca he podido aparcar mi alma de aficionado. De grada, de los de toda la vida. El fútbol de la televisión nunca me ha gustado. No lo vivo.
Me gustan los partidos por la radio. Los vivo como nunca esta temporada y la pasada cuando se nos va de las manos la ilusión de toda una provincia.
De la afición no soy digno de hablar. Están a años luz de sus jugadores. La plantilla está en deuda con aquellos que van al campo a apoyarles “a muerte” como decía Blanes.
Vamos a intentarlo por Almería. Vamos a levantar la moral del que falle. Vamos a pedir a Uche un par de goles de tres puntos y a Casto que pare ya un penalti. Un gol de Pozo y otro de Juanjo nos vendría bien. Con los de Quique ya contamos.
Dice Corona que Almería nunca se rinde.
Así sea.
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