Roquetas de Mar puede presumir de haber tenido futbolistas de raza, de esos que ya quedan muy pocos en el mapa del fútbol. Y uno de ellos es el gran Pepe Callejón, un roquetero que se fue a Barcelona, pero regresó a casa. Hoy, en la Escuela de Fútbol de Roquetas de Mar, educa a los más pequeños a los que les transmite los grandes valores de la vida y del fútbol. Le gusta ayudar, aportar... es un grande.
¿Cómo se presentaría Pepe Callejón?
Me marché a Barcelona de pequeño, pero volví a Roquetas de Mar cuando tenía 25 años en 1984. Estuve jugando en el CD Roquetas en Tercera División y luego me marché al Polideportivo Ejido. Llevo toda mi vida metido en el mundo del fútbol. Y como persona me gusta que me recuerden como una persona que he ayudado, que aporta y que intenta ser, por lo menos, una buena persona en la vida, en este mundo.
Hay que conservar los buenos valores.
Siempre he pensado que hay que ser una persona humilde y buena en la vida para que la gente te recuerda así y no de otra manera, y en Roquetas de Mar estoy intentando transmitir los valores como el respeto al compañero, al grupo, la educación, ayudar al compañero, la solidaridad... hay que ser buenas personas antes que grandes futbolistas. Así veo yo la vida y la educación para los deportistas.
Roquetas trabaja muy bien el deporte...
Es cierto. Se trabaja muy bien porque ha personas que están muy preparadas para hacer las cosas muy bien con los más pequeños de cualquier deporte. Hay muchísimas personas que, desinteresadamente, hacen una labor muy importante en el deporte roquetero. No podemos olvidar que Roquetas de Mar es una potencia muy grande a nivel deportivo porque mueve y trabaja con mucha cantidad de jóvenes deportistas que disfrutan de unas magníficas instalaciones y de unos monitores que cuidan el tema de los valores, eso es lo fundamental.
¿De qué jugaba?
Mi buen amigo Tony Fernández seguro que se acuerda: era extremo izquierdo en mi primera etapa de futbolista, pero luego, poco a poco, me fueron metiendo hacia atrás y acabé al final de central, aunque antes me pusieron de mediocentro.
¿Cómo jugaba?
Cuando había que dar, pues se daba un poquito para que vieran que estaba ahí... para que me respetaran los rivales. También me gustaba sacar el balón; ahora sacar el balón desde atrás parece que es un invento. Hace ya muchos años se jugaba sacando la pelota desde atrás.
¿Cómo era el fútbol en blanco y negro?
Había de todo, pero se intentaba jugar al fútbol, se le echaba muchas ganas para hacer las cosas muy bien en todos los partidos. No se pensaba tanto en lo económico y sí se pensaba que iban a vernos muchos familiares y amigos, por lo que había que dejarse la piel en el campo. Había que hacer un buen partido porque nos apoyaban mucho en todos los encuentros que jugábamos.
¿Y el fútbol actual?
Creo que ahora se juega más táctico y veo que los jugadores de hoy en día no tienen amor propio porque veo que no dan todo lo que tienen en el campo y así es imposible que el aficionado que se vaya a su casa contento después de ver un partido de fútbol.
Pienso que los futbolistas de hoy en día no se dejan todo en el terreno de juego. El aficionado pierde mucho dinero viendo el fútbol y mucho tiempo, y entiendo que se respeta poco al aficionado, que al final son los que pagan.
El compromiso del futbolista se pierde...
Creo que sí por ese aspecto que he comentado porque se mira mucho el tema monetario y no tanto el sentimiento, la camiseta, la afición que hay detrás de un equipo. Gracias a la afición el jugador cobra y eso hay que respetarlo siempre.
¿Recuerda el primer sueldo del fútbol?
Claro que sí. Estaba en el CD Roquetas siendo juvenil todavía y de presidente Antonio Peroles; recuerdo que me dio 1.000 pesetas. Aquel dinero lo guardé porque estaba entregado en cuerpo y alma al fútbol para llegar a ser profesional. Tenía la cabeza muy bien amueblada y con las cosas muy claras en la vida.
Roquetas de Mar...
Una ciudad que cuida muchísimo el deporte con unas instalaciones de cine.
¿Y J. J. Rubí?
Como concejal excelente porque cuida todos los deportes en el municipio roquetero y como persona sobresaliente. Merece la pena conocerlo a fondo porque tiene un corazón enorme, grande como el cielo.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/6/deportes/134748/el-futbolista-de-hoy-es-diferente-al-de-antes