Lo lleva con la profesionalidad de siempre. Transmite su serenidad a la plantilla. Tiene el alma blanca y quiere derrotar al Barça: pero siempre desde el respeto. Así es José María Salmerón.
Estamos con nuestro entrenador y le deseamos lo mejor en un nuevo reto en su carrera. Lleva muchos y de este mismo estilo pero como él suele decir “este partido es el importante y luego vamos a por el siguiente”, es la cadena de la vida: del fútbol.
Uno se levanta y ve en la prensa deportiva nacional que el Real Murcia se mide al Barcelona y se va al banquillo para pregonar a los cuatro vientos que tenemos un almeriense allí.
Salmerón no hace ruido en el banquillo. Es un entrenador querido y valorado en la ciudad de Murcia. Hizo mucho y bueno por el UCAM y ha cambiado de acera para subir al Real.
Hoy se ha levantado como ayer y como mañana. Llevará los ‘gatos en la barriga’ como cualquier día de partido. Ayer estuvo solo en el cine para escapar de la presión.
Éste almeriense del Zapillo es como usted y como yo. De carne y hueso. Con nuestras mismas preocupaciones e ilusiones pero con un inmenso saber futbolístico aprendido en el Real Madrid.
Es un hombre bueno que depende de los resultados como todo entrenador. Tranquilos, lo sabe. Es el mismo en el Camp Nou que en el banquillo del Mármol Macael. Un señor.
Los que le conocemos y le queremos hoy más que nunca estamos a su lado.
Suerte Míster.
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