El preparador físico de Rusia, el almeriense Paulino Granero, advirtió de que los rusos jugarán el domingo el partido de sus vidas en los octavos de final contra España. "Será un partido muy físico. Seguro. Porque es el partido de la vida, es el partido del momento y lo vamos a dejar todo", comentó a la prensa en el centro de entrenamiento de la selección rusa en las afueras de Moscú.
Granero, que trabaja en la selección rusa desde 2015, aseguró que la selección rusa está viviendo los días previos al encuentro "con mucha intensidad y con muchas ganas de que llegue el domingo para poder hacer un buen partido y demostrarle a todo el mundo que Rusia tiene fútbol y saber jugar bien al fútbol". "En Rusia las emociones son muy fuertes (...), son muy intensas. Esto supera lo que es la Liga de Campeones, la Eurocopa de Francia o la Copa Confederaciones", explicó.
En cuanto al estado físico de los futbolistas rusos, aseguró que no le sorprende que sean los que más corren del Mundial y se mostró "seguro" de que seguirán haciendo "los mismos números" o "incluso mejores en el siguiente partido" ante España.
"Los rusos son muy fuertes físicamente y tiene un cuerpo técnico que lleva dos años concentrado en hacer lo mejor posible y llegar en el mejor momento" al Mundial, indicó Granero, que llegó a la selección de la mano de Fabio Capello.
Destacó que "los jugadores son súperdisciplinados. Y todo lo que se les dice, lo hacen con buena intención con buena fe y con ilusión y porque han intentado prepararse lo mejor posible para llegar a este momento que en la vida se da pocas veces".
A su vez, negó que tenga el "corazón dividido": "Quiero que Rusia gane y se clasifique para el próximo partido".
"Mis hijos están de mi parte. Saben que lo queremos es que gane Rusia por encima de todo", apuntó Granero, que trabaja en el CSKA desde 2010 y que antes formó parte del cuerpo técnico del Betis o del Málaga.
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