El día que el fútbol homenajeó a Pepe Callejón

El día que el fútbol almeriense y roquetero, en particular, homenajeó a uno de sus grandes. Roquetas de Mar ha dado magníficos futbolistas a lo largo de su historia, una historia rica con magos de balón y uno de ellos fue el gran Pepe Callejón. Vivió un día que jamás olvidará, aquel día en el que jugó su último partido como futbolista veterano, aquel día que siempre irá en el corazón de este roquetero de pura raza, de esos que se dejaba la vida y el alma en cada balón, en cada partido, en cada jugada. 

Se calzó la botas en el vestuario del campo de Las Salinas para vivir un partido amistoso ante la Asociación de Futbolistas de Veteranos de la Provincia de Almería, pero aquel partido iba a ser muy especial para él; era su última cita con el balón en un terreno de juego con Las Salinas Atlético de Veteranos, pero iba a ser más especial de lo que él se podía imaginar. 

Su familia entera, sus mejores amigos, sus seres más queridos… esos roqueteros que jamás fallaron al bueno de Pepe Callejón estaban en el campo para rendir un más que merecido homenaje a un gran futbolista y a una sensacional persona con un corazón de esos que merece la pena conocer hasta el fondo. Pepe Callejón dejó huella en el fútbol almeriense: muchos amigos, muchos compañeros de verdad… es imposible encontrar alguien que hable mal de este caballero del fútbol y de la vida.

La sorpresa fue emotiva y muy bonita con la familia al completo en el campo roquetero de Las Salinas. Los padres de Pepe Callejón se emocionaron, como Amalia, la mujer del homenajeado, los dos hijos de Pepe, la hija, los más pequeños de la familia… fue un día que nadie olvidará, un día que dejó muchos corazones emocionados, llenos de lágrimas y muchos recuerdos. 

Pepe Callejón se quedó sorprendido cuando vio a Tomás Gibert, que fue compañero suyo en el Poblense en Segunda División B. ¡Se vieron 34 años después! Fue uno de los momentos que siempre irá en el corazón de Pepe Callejón, un roquetero que se fue con sus padres a Barcelona de pequeño y allí destacó en la cantera de Español. Allí también dejó huella.

Volvió a su querida Roquetas de Mar y paseó su talento futbolístico por el Roquetas, Poli Ejido, Poli Almería… jugó fuera en Mallorca en el Poblense en Segunda División B. Luego, colgó las botas y cogió la pizarra para ser un gran entrenador. Pepe acabó llorando y emocionado cuando el árbitro pitó el final del partido.