Otro de los grandes clásicos del voleibol español ha vuelto a tener todo su bonito esplendor de antaño, con las duras batallas entre Palma y Almería, ello debido a la labor de Damiá Seguí para ascender un club de nuevo cuño y hacerlo bicampeón, y después por la constancia de Marcos Dreyer, mucho más que un entrenador en el proyecto que desde Ca’n Ventura es ahora Urbia Vóley Palma. Pero incluso por encima de esos nombres y de todos los de los jugadores que han pasado en los últimos tres años, uno en Superliga 2 y dos en Superliga, siempre ha estado y así seguirá siendo la espléndida afición de la ciudad, que ha despertado de nuevo a la gran pasión que siempre ha demostrado tener por este deporte llamado voleibol.
En todo caso, a quien corresponde tener en su seno este auténtico partidazo el fin de semana es a la de Almería, que está reaccionando de un modo muy positivo a la propuesta de un proyecto nuevo para el año 30 consecutivo en la élite por parte de Unicaja. De hecho, se espera una entrada espectacular en el Moisés Ruiz este sábado desde las 19.30 horas, y para cuando Susana Rodríguez, la colegiada de silla, haga sonar el silbato, no deberá faltar nadie a una de las grandes citas que el vóley español puede ofrecer. José Manuel de Moyá será quien actúe a pie de pista entre los dos banquillos, que seguro que se tomarán con toda la intensidad que se merece un primer test entre dos de los favoritos a los títulos que restan este año.
Urbia Vóley Palma, tras ser capaz de reinventarse el pasado curso y sacar equipo para no solo competir, sino meterse en semifinales de Copa de Rey y Superliga, en ambas eliminado por Unicaja Almería, ha montado un segundo proyecto con esa misma denominación de patrocinio principal sumamente interesante. Ricardo Perini, su colocador, ya está ‘hecho’ a la competición española y saca su calidad. El brasileño, junto a Renzo Cairus, receptor uruguayo y pieza clave del vestuario, sin olvidarnos de Sebastiá Sánchez, también colocador pero con muchos menos minutos, son los únicos que quedan del bloque del año pasado. Un lujo es Carlos Jiménez, llegado desde Teruel para reclamar su sitio en el vóley español.
El joven receptor es uno de los brillantes fichajes de este año, junto con el del muy querido en Almería Jean Pascal Diedhiou, torre de la Superliga con su gran altura y sintiéndose en el momento determinante de romper, valga la expresión, su techo propio. El central hace pareja pegado a la red con el brasileño Walter Da Cruz, tan querido en Cabezón de la Sal por sus años en Textil Santanderina como su mismo compañero no solo en el Moisés, sino en todos los pabellones en los que ha sido jugador local, como Es Viver o Los Planos. Y es que Jean ya puede decir que ha militado en los cuatro grandes. El ‘brazo armado’ es un auténtico ‘caballo’ llamado Gerard Osorio, un opuesto que sí que ha explotado con excelentes números.
Con el 14 a la espalda y en el pecho, es la gran referencia en ataque de un Palma que en recepción y defensa cuenta con el rostro nuevo del líbero Martín Carinelli, y en su caso el ‘viaje’ hasta Urbia ha sido corto al proceder del Manacor que logró el ascenso la pasada temporada. En cuanto al resto de la plantilla confeccionada y dirigida por Marcos Dreyer, el gran referente local y esperanza de la afición es el joven talento Jordi Ramón, un receptor llamado a ser de los más importantes en la competición en poco tiempo. Con ficha y en plantilla está como cuarto ‘cuatro’ el segundo entrenador, Carlos Bibiloni. El tercer central es Alejandro Llopart, sobre el que también hay grandes ilusiones, el segundo líbero es Francisco Mas, que llega de la Permanente, y el segundo opuesto es Vincent Graven, alemán y debutante.
En sus partidos hasta el momento Urbia Vóley Palma ha ganado cuatro y solo ha cedido ante Teruel en Son Moix en un choque si bien fue un 0-3, es cierto que los momentos clave marcaron mucho. Y es que uno de los condicionantes a manejar es el alivio de la presión de ser ‘equipo grande’ con tanto jugador joven y nuevo. El inicio de la Superliga fue un 3-0 sobre Barça Vóley, siendo Jean Pascal el máximo anotador con 12 puntos y cuatro bloqueos. En la segunda jornada asaltó una pista tan complicada como Vecindario por 0-3, destapándose Osorio con 18 puntos y 4 saques directos. Tras caer en la jornada tres, en la cuatro ganó en otro feudo muy duro como Melilla por 0-3 y con su opuesto situándose en los 16 puntos.
Por tanto, llegan los palmesanos a su segunda salida consecutiva y lo hacen con un solo ‘borrón en su expediente’, convencidos de poder quitar esa condición que únicamente conserva Unicaja Almería de entre todos los equipos, la de invicto. Por parte ahorradora, la semana ha sido como suelen ser todas, de una dura pugna en cada sesión por hacerse con un hueco en un equipo titular que, aunque parezca inamovible, no lo es para nada. Además, los blanquiverdes estrenan liderato y no están dispuestos a cederlo a la primera, sino más bien a conservarlo y llegar así a esa primera meta de Navidad, que marca el corte de cabeza de serie para Copa.
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