Ya empieza a acostumbrarse Unión Rugby Almería a los arbitrajes que tienen una interpretación al menos peculiar de su poderío creciente de ‘los gordos’, lo que no significa que se esté de acuerdo con ciertas decisiones que un partido tras otro van limando puntos en la clasificación cruzada. Se acepta, claro que sí, y se prefiere pensar en los errores propios, pero una vez más, esta vez en Jaén, se volvió a perder de un modo muy parecido de varias ocasiones en las que se podría haber ganado. Es el caso del choque en Las Lagunillas, con un cuadro jienense jugando muy parecido a como debutó en liga en el Juan Rojas y con un URA que ha crecido enormemente desde aquel momento. Se ha ido una vuelta completa de la competición, y eso es lo único negativo.
Empezó muy bien el conjunto de Nacho Pastor, ensayando a la primera que tuvo con una fuga de Damián Jurado, jugando de apertura en las ‘rotaciones’ de posiciones anunciadas por el míster por las bajas, siendo placado a pocos metros tras correr directo a los palos desde diez metros propios y con una gran acumulación de trabajo por delantera posterior. Fue Santiago Martínez el que al final subió junto al palo el 0-5 que Graciarena transformó en 0-7. El desgaste físico por ambos bandos fue grande, con Unión Rugby Almería yendo a por todas por delantera y con Jaén defendiendo para tirar de su brillante juego a mano de tres cuartos. Supo jugar sus bazas el conjunto local, apoyado en los golpes de castigo con lo que el señor Óscar Martínez sancionó a los cruzados.
Así, con juego muy abierto y anotando sendos ensayos por las alas, después de una certera patada a palos, el dominio de la primera parte fue para los de verde por 13-7, con el choque muy abierto y teniendo un desarrollo final casi de infarto. El gran esfuerzo por delantera de los unionistas no tuvo el premio justo a su generosidad, y la interpretación arbitral de la enorme superioridad sobre todo en las melés tampoco colaboró, unido a esas decisiones en las fases de contacto. Lejos de emitir una queja, Nacho Pastor prefirió quedarse con que “son los propios errores los que penalizan, y eso, en una liga tan igualada y con un rival delante que merecidamente ocupa el lugar que tiene en la clasificación, no se puede permitir”. Cada infracción de URA supone una gran losa.
Tras el descanso, y tras acumular muchas fases y varias melés con reiteración en la actitud de Jaén, no se concedió el ensayo de castigo, pero sí que se hizo real tras salida ‘marca de la casa’ de Lucas Melián desde la melé precisamente para burlar a la defensa jienense y depositar el oval en zona de macar. Con la consiguiente transformación de Graciarena, en el minuto 65, los hombres de Unión Rugby Almería se volvían a poner por delante por 13-14, una mínima ventaja que estaba cantado que, a la más mínima, se podría perder. De hecho, fue acto seguido cuando otro golpe de castigo fue transformado por Camacho para situar el 16-14 que a la postre sería definitivo y que dejó un amargar claro en las filas almerienses para el viaje de vuelta.
El aspecto positivo sacado por el míster es que en esta fase de cinco partidos antes de Navidad se han ganado dos partidos y se han perdido otros dos, pero con bonus defensivo en ambos casos, y sobre todo “el nivel de competitividad va subiendo de manera rotunda, manteniendo la cara al partido sin pestañear, y se está cerca de ganar siempre, por lo que desde luego hay un gran cambio de paisaje, que es totalmente distinto al de la primera jornada”. Sobre eso es sobre lo que hay que construir: “Si así ha sido el primer partido de la vuelta, eso significa que estamos con muchas opciones de cumplir los objetivos, siempre con la constancia de que estamos abajo pero de que estamos en el grupo más competitivo de los tres de División de Honor B”.
Por lo tanto, y pese a que solo ha sido un botín de un punto, URA salió más reforzado de lo que entró al choque de Las Lagunillas, campo en el que hubo una gran afluencia de aficionados de Almería, devolviendo la visita a toda esa enorme cantidad de jienenses que se estrenaron en la categoría visitando el Juan Rojas hace varios meses. La vista, inexorablemente, se sitúa en el último partido del año, que será el próximo fin de semana y en el que hay depositadas muchas esperanzas. No en vano, se perdió en casa de dos puntos haciendo dos ensayos más que el rival, Ingenieros Industriales, en ese guion comentado y que tantas veces se ha visto repetido: “Aparentemente no habrá bajas y, es más, recuperaremos a algún jugador tocado”.
Jaén Rugby (16): William, Gómez, Expósito, Espinosa, Borland, Santias, Cabrera, Edward, Niño, Thomsom, Pulido, Tane, Tagaolo, Areán y Camacho. También jugaron Mulero, Martín, Liébanas, Jódar y Navarrete.
URA (14): Nemo, Rullo, Grasso, Santiago Martínez, Padilla, Dunn, Toti, Luis Vergel, Graciarena, Damián Jurado, Dani Pizarro, Powell, Manu Hernández, Sebas Urgu y Emilio Arias. También jugaron Nahuel, Lucas Melian, Rhodri, Manu Manchón y Cuadrado.
Árbitro: Óscar Martínez. Expulsó temporalmente a Liébanas (min. 77) por parte de Jaén.
Tanteo: 0-7, min. 2: ensayo de Santiago Martínez transformado por Juan Graciarena. 3-7, m. 25: patada de castigo transformada por Camacho. 8-7, m. 32: ensayo de Camacho. 13-7, min. 36: ensayo de Areán. DESCANSO. 13-14, min. 65, ensayo de Lucas Melián transformado por Graciarena. 16-14, min. 69: patada de castigo transformada por Camacho. FINAL.
Incidencias: Partido correspondiente a la duodécima jornada del Grupo C de la División de Honor B disputado en Las Lagunillas ante algo más de medio millar de espectadores.
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