Palabras y hechos. Guilherme Hage entró a España por Almería en el año 2013 y se ‘coronó’ con una Copa del Rey, perdiendo la final de la Superliga tras tener un 2-1 a favor y disputarse el cuarto partido ante Teruel en el Moisés Ruiz. Se llegó a un quinto encuentro por primera vez en la historia y al brasileño se le clavó una espinita que se sacó a lo grande dos temporadas después. En su segunda etapa vestido de verde otra vez llamó a la puerta de la historia, pero en esa ocasión entró por el lado bueno y firmó lo que nunca nadie antes había hecho: el triplete. Fichó acto seguido por el Ca’n Ventura de Seguí, que se llevó a Mallorca a tres pilares fundamentales de aquel equipo ahorrador, y volvió a ganar todo lo que jugó, un doblete de Copa y Liga, sin disputar su equipo la Supercopa. El vóley español fue suyo durante sus dos últimos años en él, con un 100% de entorchados para un total de cinco.
Sumando el primer trofeo copero con Unicaja su palmarés es de seis títulos y ahora ha decidido que es el momento de ensancharlo… incluso por Europa. Ante todo, se ha confesado “muy contento” por su vuelta a la ciudad: “A mí me encanta Almería, siempre me encantó, le tengo un cariño muy grande y es muy especial porque fue la primera vez que yo salí de Brasil para jugar en Europa; me sentí muy bien, fuimos recibidos muy bien, tanto mi mujer como yo, y la motivación de jugar en un gran club que creo que ahora sí está en su lugar, que es jugando una competición europea”. Ese es el relato de Hage para responder los motivos de su segunda vuelta, de vivir su tercera etapa de verde, con las ideas claras: “Cuando se juega en Unicaja Costa de Almería, que es un equipo referente en España, creo que el objetivo es ganar y ganar, ganar todas las competiciones que vamos a jugar”.
No solo piensa así, sino que pide que toda la plantilla haga lo mismo: “Todo el equipo tiene que pensar así, cuando se juega en un club tan grande, el pensamiento tiene que ser ese siempre”. Es más, le llama de un modo especial sacarse otra espinita, como hizo con la primera: “Para mí, jugar competición europea es realizar un sueño que tengo, ya que jugué cinco años en Europa y ninguno de ellos pude hacerlo pese a que siempre tuve la voluntad de jugarla; ahora sí lo voy a hacer y creo que vamos a competir muy bien y llegar muy lejos”. Donde sí ha tenido experiencia continental ha sido en el club del que procede esa vez, el UPCN Vóley Club, quinto en la Copa Libertadores al quedarse sin Final Four pese a clasificarse por el sitio ‘obligado’ para el anfitrión, el Taubaté brasileño, y subcampeón del Campeonato Sudamericano de Clubes, perdiendo la final ante Sada Cruzeiro en Belo Horizonte por 3-1, rozando la clasificación para el Mundial de Clubes.
El receptor vuelve como un jugador ‘top’ internacional, lo que no cambia su modo de ser y relacionarse: “Como persona sí soy el mismo que cuando el ‘triplete’, con voluntad de jugar, de ganar, de volcarme físicamente, de entrenar… eso sí es una cosa mía; como jugador la verdad es que creo que estoy mejor, cuando eres un jugador cada año que pasa, cada competición distinta que juegas, desde entonces en Almería he vivido el último año de España en Palma, en Italia, en Argentina… el Sudamericano el año pasado…y todo eso me ayuda a mejorar como jugador, así que sí, hoy me veo un jugador mejor que cuando gané el triplete, mejor físicamente, mejor mentalmente… me veo mejor”. Es parte de lo que le dice a la afición, a la que lanza un mensaje que es casi un reto: “Que siga así, es importante llenar el Moisés Ruiz, porque cuando jugué en Almería y gané aquí, la diferencia que la afición hace en el partido es fundamental, un jugador más en cancha que ayuda un montón”.
Se marchó con un lleno hasta la bandera en el recinto ahorrador y culminando una temporada para enmarcar, y esa es la imagen que mantiene viva en su mente, por lo que desea revivirla y asegura que “el público puede esperar un 120% de Hage, la dedicación y la entrega”. Junto a él, igual para un bloque en el que confía porque lo conoce bien: “Muy buenas impresiones, conozco a casi todos los jugadores, si no jugué junto a ellos jugué en contra; la sensación que tengo es que vamos a estar muy bien no solo para las competiciones españolas, sino también será muy bonito el año en la competición europea pese a que es distinta, cruces eliminatorios en los que siempre hay que estar al máximo para ganar y tener un poco de suerte para no tener un rival muy grande al principio”. Dicho eso, repleto de confianza, lo deja claro: “Va a ser un año muy bonito para Unicaja Costa de Almería”.
Otra de las motivaciones que le llevan a regresar es el entrenador que le aguarda: “La verdad es que estoy muy contento de jugar con Manolo Berenguel; me acuerdo que desde el primer año que fue mi segundo entrenador vi en él un potencial muy grande para ser primer entrenador; para mí, tenía todos los requisitos necesarios para ser un grandísimo entrenador, porque sabe mucho de vóley, y me acuerdo de que a mí particularmente me ayudó mucho”. Si esa faceta le convence, la personal le enamora: “Es una persona increíble, me encanta Manolo como persona y estoy seguro de que me va a gustar mucho como entrenador, así que tengo muchas ganas de iniciar la temporada para que podamos hacer un trabajo muy bueno”. Ha echado “todo” de menos: “Me encanta Almería, me enamoré de la ciudad desde el primer momento, de las personas, de las tapas, de la playa… todo, todo, así que siento que estoy realmente volviendo a casa”.
Pese a haber pasado dos años fuera, nunca ha dejado de seguir la liga española: “La he ‘acompañado’ este tiempo y para mí España está en constante evolución; desde el primer año que estuve en Almería hasta el último en Palma ya se notaba un cambio grande de nivel, más competitiva, y así ha seguido este tiempo que he estado fuera; por como estoy viendo que se están montando los equipos, será una bellísima competición y eso me encanta; cuantos más partidos buenos tienes, mejor jugador te haces”. Eso mismo sucede con la competencia interna por un puesto, ya que conoce a los tres receptores del bloque, Almansa, Ferrera e Iribarne: “Un equipo que gana no es porque tiene un gran jugador, sino que cuantos más jugadores sean buenos, mejor; sé que el nivel de los receptores es muy bueno, habrá competencia entre nosotros, es natural, y hará que crezca el equipo y nosotros mismos, pero es que además vamos a jugar cuatro competiciones este año y va a ser muy importante para Manolo tener cambios”.
Recordemos que Guilherme Hage mide 1,99 metros, que nació el 28 de octubre de 1988, por lo que cumplirá los 31 años nada más comenzar la temporada, y que su trayectoria le ha llevado por once equipos hasta el momento. Comenzó en el Clube Náutico Araraquara, siguió por Unisul Esporte Clube para regresar al Náutico, tras el que firmó por Cimed Florianópolis y de ahí al São Bernardo Vôley, al UFJF Juiz de Fora y el Vôley Futuro antes de saltar a Europa con Unicaja Almería. Se marchó a Francia para vestirse del Nantes Rezé Métropole un año y volver a ser verde en el ‘triplete’. Fichó por Ca’n Ventura, pasó por Italia en el Kemas Lamipel Santa Croce y regresó a América a un grande como el UPCN Vóley Club de San Juan, desde el que hace las maletas para su tercer episodio en Unicaja Costa de Almería.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/6/deportes/175582/lo-dejo-con-el-triplete-y-vuelve-como-top-hage