España emociona a toda Almería

La Selección Española Femenina sumó los primeros puntos en su camino a la Eurocopa con un recital de balonmano frente a Grecia, que en ningún momento pudo parar el caudal de juego local. El Palacio Mediterráneo volvió a llenarse para ver en acción a la roquetera de oro, Carmen Martín, que contó en la grada con sus familiares más cercanos. El triunfo por 33-18 llevó la alegría al equipo técnico y a los seguidores. Ovación de gala para las Guerreras por el espectáculo ofrecido en pista. Una fiesta con final feliz y Almería sacando nota alta.

Arrasó el combinado nacional en los primeros minutos. De hecho, nunca fue por detrás en el marcador. Carlos Viver dio la titularidad a Carmen Martín en el extremo derecho y no tardó mucho la almeriense en sacar la magia del brazo izquierdo. Tenía unas ganas tremendas de hacer un buen papel en su tierra y anotó un gol por toda la escuadra que hizo imposible la intervención de la portera griega. El rendimiento de España obligó a Panagiotis Messinis a pedir tiempo muerto en el minuto 20, con el resultado de 11-5. El nivel defensivo fue la clave, junto con las paradas de la ilustre Silvia Navarro, para que el encuentro siempre tuviese color rojo.

Alexandrina Cabral fue de las más destacadas en ataque, y es que Grecia se atascó mucho en acciones ofensivas gracias al trabajo de las españolas. El resultado al descanso reflejaba un 15-9 a favor de la Selección, aunque sufrió en el tramo final con un parcial de tres goles. Pese a ello, las Guerreras eran superiores.

Un día especial
Apretó a la vuelta de vestuarios el conjunto español, pero también lo hicieron las griegas. El trabajo de Alexandrina Cabral fue sobresaliente. Silvia Arderius tampoco perdonó desde los siete metros. En los primeros diez minutos, el marcador ya reflejaba un 22-13. No llegó a correr peligro la ventaja, pero Carlos Viver sí pedía más continuidad en el juego ofensivo para que sus chicas ganen en confianza de cara a los siguientes compromisos. Almería pudo disfrutar de nuevo en el tramo final de la gran Carmen Martín. Llegó casi sin descanso desde Bucarest, pero no quería perderse bajo ningún concepto el encuentro más especial de su carrera. España enamora.