España queda a las puertas de la gloria por penalti injusto en el último segundo

La selección española femenina de balonmano ha perdido la final del Mundial de la forma más cruel posible: en el último segundo, de penalti injusto (29-30). El esfuerzo titánico de las nuestras, que llegaron a ir cinco abajo y consiguieron empatar a 29, se fue por la borda por una decisión mal tomada de los colegiados.

Ainhoa Hernández cortó un balón de la portera rival a falta de pocos segundos que nos dejaba en posición muy favorable para hacer el 30-29. Sin embargo, los árbitros entendieron que Ainhoa había tocado la línea del área, algo que no ocurrió. Holanda no falló el penalti y se llevan el oro.

España comenzó mandando en el partido con unos primeros minutos en el que la furia de las jugadoras sorprendió a Países Bajos. Las rivales reaccionaron con una capacidad anotadora impresionante.

Sin embargo, las de Vives no desesperaron y, con base en la fortaleza defensiva, crecieron y fueron de manera descarada a por el partido.

A pesar de la dificultad de la hazaña, ya que Países Bajos mantuvo una distancia mínima de tres goles durante la mayor parte del partido, las Guerreras consiguieron lo que parecía tan lejano y se pusieron 29-29 a falta de un minuto y medio. 

Con una defensa espectacular, España secó a Países Bajos durante su larguísima posesión. El ataque de las nuestras no fructificó, y cuando quedaban solo unos segundos y con la portera rival intentando jugar rápido un último ataque, Ainhoa Hernández interceptó de manera legal el balón, dejándola en una situación óptima para hacer el 30-29, que habría resultado definitivo. Se opusieron los árbitros, que entendieron infracción donde no la había, ya que Ainhoa Hernández no tocó el área rival, y señalaron su expulsión y un penalti que no desperdició Países Bajos.

España acaba el Mundial de Japón con una histórica plata que, aunque cueste verlo tras este durísimo final, es un éxito sin precedentes para unas Guerreras que ya son eternas.