La otra cara, distinta, del COVID-19, la del control desde disciplina social y modo de comportarse respecto a los demás, la pone al mundo Taiwán, situado a tan solo 130 kilómetros de China, con 23 millones de habitantes y una cuenta de dos fallecidos por el virus. Sus contagios rondan los 300, prácticamente todos ‘importados’, la cifra que muestra su eficacia de acción colectiva. Los procedentes del extranjero durante estos días evidentemente deben pasar la cuarentena, caso de Pei-Hung Huang, ya hace una semana en la isla, en su amado hogar, que se encuentra sin salir de casa no solo por la orden gubernamental, sino por su propio compromiso respecto a sus conciudadanos, como él mismo explica desde la distancia con Almería: “Cualquier persona que ingrese desde el extranjero debe estar aislada en su hogar durante 14 días, y yo me he quedado en casa para observarme desde que regresé de España”.
Eso lo hace en medio del contexto anteriormente explicado, incluso sin cierre de los colegios en ningún momento, “el público en general puede vivir una vida normal, y casi todos usan una máscara”, pese a que aproximadamente un millón de entre los ciudadanos del país trabajan en China y viajan con regularidad a la isla. Además, y sin olvidarse precisamente de esa cercanía con el origen de la pandemia, lo que ha servido de mayor acicate para agilizar las medidas, ha sido de fácil implantación el plan diseñado por el un gobierno que, según explica Huang, “se ha preparado para la epidemia muy temprano”, con el crucial añadido, ya comentado, pero necesario de remarcar para que España no baje la guardia nunca, de que “la gente coopera mucho con las políticas del gobierno, y por eso ahora está bien controlada”. No ha dejado ningún día de interesarse por las noticias que llegan desde España e Italia.
Son los dos países en los que ha jugado fuera de su continente, primero en Cáceres y después en Latina para de nuevo cambiar de península, de la Itálica a la Ibérica, y dejar muestras de su calidad y profesionalidad en Almería: “Leo con mucho interés las noticias sobre el desarrollo de la epidemia todos los días y sé de la situación en España”. Ante lo que está siguiendo, tiene un mensaje directo para la población de la ciudad que lo ha acogido con tanto cariño desde el mes de diciembre hasta este marzo ‘negro’: “Espero que la gente en Almería y todos en España en general, están bien; deben cuidarse mucho a si mismos y a su familia, así que, por favor, quédense en casa durante este tiempo”. Como no, y ya respecto a lo que ha vivido dentro del Moisés Ruiz durante los partidos que ha disputado con el arropo de la afición verde, no se guarda un “gracias por vuestro apoyo esta temporada”.
El colocador taiwanés dejó patente su evolución como jugador entre la primera vez en el país, la temporada del triplete ahorrador, y esta segunda, ya que aprovechó al máximo su paso por la A1 de Italia, algo propio de su personalidad trasladada a su modo de entender, con rigurosidad, su profesión. Unicaja Costa de Almería volaba, pero había que parar y esa medida, que no permitió jugarse ya la jornada 21 de la Superliga, fue muy bien aceptada en su caso particular, así como decretar que se ha finalizado definitivamente: “La decisión de suspender la liga era muy necesaria; de hecho, los eventos deportivos en la mayoría de los países han sido cancelados, incluidos los Juegos Olímpicos; este es un estado muy urgente y la salud debe ser una prioridad”. Así se ha actuado, porque así tenía que hacerse, pero el club ya se lo había adelantado a sus jugadores en una reunión previa a la obligatoriedad.
No se desmarcaba Huang de la creencia sólida del grupo de que se iba a ganar el título a base de un extraordinario juego, ya plantilla ‘completa’ para poder entrenar al nivel adecuado y sin ‘interferencias’ europeas ni acumulación de partidos ni viajes semana tras semana: “Claro que estábamos mostrando nuestro potencial, y ya nos habíamos clasificado primeros en la fase regular, así que, aunque en el juego hay altibajos, estoy seguro de que podríamos obtener victoria en los playoffs”. Según su punto de vista, en lo último en lo que piensa ahora es en cómo deberá cerrarse del todo la competición, “no me importan mucho las recompensas de esta temporada”, si bien no hay nadie que pueda discutir la extraordinaria marcha jornada tras jornada debido a que “todos los jugadores han hecho lo mejor para el equipo y para que sea una buena campaña, manteniéndose en la cima de la clasificación”.
Por tanto, se queda con que “este es el ritmo que vemos”, textualmente, y ha sabido disfrutar del grupo en el que se ha integrado perfectamente: “Cada jugador, cada entrenador y el personal tienen un carácter diferente, y estas diferencias también se complementan entre si, así que hemos tenido una muy buena organización”. Para él es una lástima que no se pueda poner el broche al trabajo conjunto, asumiéndose que, efectivamente, la vuelta a la competición sería imposible: “Este es un problema muy difícil, no solo para mí, creo que es muy difícil para cualquier jugador o equipo regresar al pabellón para completar los partidos restantes inmediatamente, cuando la condición física puede disminuir”. Eso sí, se cuida, porque su cuerpo y su mente son sus herramientas de trabajo, con la ayuda de Enrique de Haro y con rutinas que él mismo ha añadido a su planificación durante los días que pasa en casa. De todo, se queda con el disfrute de salir a comer con los compañeros: “Fue muy divertido”.
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