Que el señor de los récords no sea llorica

En el barrio de Los Ángeles al entrenador que se queja mucho lo llamamos: llorica. No parece el caso de José Gomes al que he notado algo quejica con el descanso de los rivales respecto de su equipo.

Vale que estamos inmersos en un carrusel de partidos y que le ha tocado a su equipo menos tiempo de recuperación que a sus rivales, pero no se debe de olvidar el entrenador del Almería que en la Segunda División actual solo su equipo tiene para hacer dos alineaciones fiables y de garantías.

Con la plantilla y la inversión que se ha realizado en el Almería solo vale ir a por todos los partidos ‘con las orejas tiesas’ y sabiendo que el que entra del banquillo iguala y a veces supera al que abandona el campo. No tuvimos tanto material de primer nivel en una misma plantilla, y lo disfrutamos.

Me consta que el entrenador del Almería ni ha puesto el grito en el cielo ni ha clamado en el desierto, pero le he notado que pone peros al orden de los partidos.

No me gustan los entrenadores lloricas y tengo claro que José Gomes no lo es, porque para llorar sin parar el Mirandés, con una plantilla nueva y con un presupuesto propio de 2ª B y lo veo campeón de Liga a este paso por la forma de afrontar todos los partidos sin mirar al rival ni su historia.

José Gomes me ha demostrado que sabe de fútbol y es valiente. Pocos con la mejor racha de la temporada son capaces de cambiar diez jugadores. Nadie lo hizo hasta la fecha salvo el Almería, y esto nos habla de la enorme calidad de su plantilla y del profundo conocimiento de un entrenador que en Sabadell primero y ante el Tenerife después, nos dejaba con la boca abierta.

Solo el Almería cuenta con dos unidades A pese a que a la segunda hay que llamarla B, porque actúa menos. Esta es la gran ventaja con la que cuenta el entrenador para alcanzar la meta de la Primera División.

Nos ha convencido José Gomes a base de resultados y con su talante humilde y sacando al equipo a por la victoria, pocos partidos se le van a escapar.

No existen motivos para quejarse: ni tan siquiera del apretado calendario.

El señor de los récords puede con todo.

¡Vamos Almería!