Manolo Berenguel lleva mucho voleibol en las venas. De sus maestros en los banquillos como Moisés Ruiz en sus inicios y Piero Molducci en su madurez como deportistas y en los inicios como entrenador.
Aquel Unicaja del triplete lleva el sello de dos grandes como Piero Molducci y Manolo Berenguel que conquistaban el pabellón de Los Planos donde Teruel era casi invencible. Parecía que aquello formaba parte del pasado hasta que Berenguel ha rendido homenaje a su maestro venciendo dos veces a un rival que solo pudo vencerles en el despacho en una eliminatoria pintando de verde.
La historia del club está salpicada de éxitos y no pasará inadvertida esta gesta con un equipo herido e su orgullo que supo tirar de valores para endosar a Teruel una doble derrota cruel con sus aficionados en la grada tirando de un equipo a toda máquina que no pudo evitar la derrota.
Gen ganador
Al Unicaja Costa de Almería le viene de serie el luchar por lo máximo, pelear por los títulos y salir de la pista dejando todo. Esto va en la genética de un club que puede presumir de un palmarés inalcanzable para los clubes que ahora compiten en la Superliga Masculina.
En la tarea de mantener ese gen ganador a los que van llegando al club se encuentra un Manolo Berenguel que lleva toda una vida en el club de su tierra y que no ha tocado techo como entrenador y se re inventa cada temporada para seguir peleando por los títulos. La Superliga Masculina no se ha ganado pero se ha dado un golpe encima de la mesa para que todo tengan claro que el Unicaja no se ha marchado de vacaciones y ha vendido al Covid y a Teruel.
Lo mejor siempre está por llegar en el Unicaja Costa de Almería que luchará por otra Superliga con la rabia de los campeones y consciente del peso del escudo.
Berenguel sigue dando pasos hacia el cielo de los banquillos gracias a la maestría de un Piero Molducci que siempre tiene presente.
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