Blanca Barreras Canelo es técnico nacional de gimnasia artística femenina y masculina, y actual entrenadora de la disciplina en la escuela deportiva municipal Stella Maris. Comenzó a los 10 años en el mundo de la gimnasia, formó parte del centro de alto rendimiento de Madrid, tuvo de entrenador a Jesús Carballo y fue campeona de España en el 1986. Después de retirarse a los 18 años, no contempló un futuro donde la gimnasia artística tuviera un hueco y sin embargo, hoy como entrenadora tiene un sueño, que una sus niñas forme parte del equipo nacional.
¿Con cuántos años empezaste a entrenar y cómo recuerdas esa etapa?
Yo empecé con 10 años, muy tarde para la gimnasia. Realmente en la gimnasia artística se empieza con cuatro o cinco en la escuela, pero yo me salté esos años. Esa etapa la recuerdo como la más bonita de mi vida, o quizá la segunda más bonita, ahora que soy entrenadora.
En la vida de un deportista de élite, la palabra sacrificio va por bandera, ¿consideras que te perdiste algunas experiencias por escoger la gimnasia desde esa edad?
No, la verdad es que yo no me perdí nada. Las cosas que sí hacían las niñas de mi edad las hice cuando me retiré de la gimnasia. En la vida hay tiempo para todo y esos pequeños sacrificios que haces valen mucho la pena, especialmente por la gratificación de luego estar compitiendo en un deporte que muy poca gente puede practicar por diferentes motivos. Es un privilegio.
¿Y cuáles son esos motivos?
Todos los deportes de élite son muy lesivos, son peligrosos. En la gimnasia artística hablamos de desafiar la gravedad, de volar, y no todo el mundo tiene esa capacidad ni puede vencer esos miedos. Además se necesitan unas cualidades físicas que otros deportes no lo requieren, como es la elasticidad, fuerza, equilibrio y coordinación. Entonces no todo el mundo puede practicarlo. A nivel escolar es más fácil que todo el mundo pueda practicarlo, pero cuando ya se pide más nivel ahí ya se va quedando más gente por el camino. De todas maneras, es un deporte que hoy por hoy está muy abierto a todo el mundo.
¿Cómo recuerdas los años entrenando el ex seleccionador nacional Jesús Carballo, la seleccionadora Lucía Guisado, y con la entrenadora del centro de alto rendimiento Almudena San José?
Solo te puedo decir de Jesús Carballo, Lucía Guisado y Almudena San José que fueron mis segundos padres. Al principio entrenaba siete horas al día y estaba casi más tiempo con ellos que con mis padres, porque a casa iba a dormir y poco más. Ellos son los que han forjado la persona que soy hoy en día, a nivel de valores, de capacidad de sufrimiento y de superación... Para la vida me enseñaron todo, no solo a nivel gimnástico, sino a nivel humano yo a ellos le agradezco y les debo todo. Era muy duro, no te voy a mentir. Yo llegaba agotada, había dolores, manos abiertas de las paralelas... Pero ese sufrimiento lo compensa toda la gratificación de ser campeona de España o estar dentro del equipo nacional. Esas son las metas que cada una se marca.
¿Y ser campeona de España en el 86, subcampeona de España en el 85 y tercera de España en el 87, además de campeona en el internacional contra Francia?
Qué te puedo decir... Maravilloso. Para mí fue un orgullo quedar campeona de España. Y no solo eso, sino estar entrenando con una generación de gimnastas que por ahora no se ha vuelto a repetir. Estaba Laura Muñoz, Eva Rueda, Ana Manso... Luego la generación del 92, todas esas niñas que habían entrenado conmigo dieron un subidón también. La verdad es que yo he estado entrenando con toda la élite de la gimnasia española. Son unos años que yo recordaré siempre. Cuando he tenido momentos de bajón, recuerdo esa etapa y se me pasa todo.
¿Con cuántos años te retiraste?
Me retiré con 18 por una lesión en la espalda.
¿Cómo se afronta dejar de repente un deporte de élite?
La verdad es que yo lo afronté bien. No tuve ese momento de qué hacer con mi vida, como le pasa a muchos deportistas que lo padecen. El primer año si que es verdad que estás un poco en saber qué hacer, cómo ocupar las horas... Pero bueno, me puse estudiar, a salir y conocer mucha gente, y a vivir todo aquello que los deportistas vivimos más tarde. Luego estudié Educación Infantil, no tenía nada que ver con el deporte. No estaba saturada de la gimnasia, pero era otra vida. Estuve un tiempo trabajando en Francia, la vida te va llevando por otros caminos. Y luego fue cuando llegué a Almería que veo que hay gimnasia artística.
¿Cómo describirías la gimnasia artística que se practica en Almería?
Tenemos el nivel muy alto para las condiciones en las que entrenamos. Tenemos una sala desastrosa, muy pocas horas. Nosotras venimos a competir en vía olímpica, te hablo de la vía ocho que es el nivel más alto que tenemos en el Stella, y en el caso de Irene, ella entrena dos horas al día y compite con niñas que entrenan seis hora al día y en salas impresionantes, mientras que nosotras sin apenas salas prácticamente. En Almería, en gimnasia artística tenemos mucho nivel para lo poco que tenemos.
¿Cuáles son los valores que adquiriste cuando eras una joven gimnasta y que sí transmites a las jóvenes promesas de la gimnasia artística de tu escuela?
Yo les intento enseñar un poco la vida, a comportarse, a ser educadas, a superar sus miedos y traumas, a comer bien... Todo lo que tiene que ver con ser una persona recta. También el compañerismo y el amor, eso que falta tanto.
¿Pensabas en que tras años siendo campeona en distintas competiciones te convertirías en entrenadora?
No, porque cuando me retiré la vida me llevó por otros sitios y caí de rebote. Fui comercial toda mi vida. Una de las veces que subí a Madrid mis compañeras me dijeron que había gimnasia artística aquí y fui a informarme. De hecho, cuando entré en la sala se me cayó el mundo al suelo, si lo comparaba con lo que yo viví en el centro de alto rendimiento de Madrid y ya van 10 años. Cuando llegué había niñas con bajo nivel y ahora tenemos campeonas de España de vía olímpica.
¿Cómo se ve la gimnasia artística ahora que eres entrenadora?
Ha cambiado totalmente. Ahora sufro más en competición que cuando yo competía, porque yo sabía lo que había entrenado, mis expectativas... Como entrenadora ves lo que ha entrenado ese niño o niña, todas las confesiones que ha hecho en otros aspectos de su vida, y claro quiere que en competición salga todo bien. Si yo fallaba, me daba rabia; y ahora me da pena. Ahora entiendo a mis entrenadores.
Han sido campeonas de Andalucía cada año y también el categoría de promoción, campeonas de España en vía olímpica y base, ¿dónde reside el éxito?
La clave del éxito en la gimnasia es la constancia, la paciencia, mucho trabajo, llegar a casa muy cansada... Pero sobre todo te diría constancia. Esa es la clave del éxito. Estas niñas, de 10 años, volveremos a Almería después del Campeonato de España, tendrán solo 15 días de vacaciones en agosto y ellas lo entienden perfectamente. Uno de los valores que se les enseña es la meta. Constancia, sacrificio y pasión.
Casi 300 gimnastas, y la escuela deportiva Stella Maris logró cinco podios y 17 medallas olímpicas en el Campeonato de Andalucía de gimnasia artística celebrado en Sevilla, ¿cómo se vivió la victoria?
Algunas la vivieron llorando, otras muy contentas porque llevaban años buscando ese resultado. Otra chica, con una lesión de codo, al final vino y salió bien. Llegó al Campeonato de Andalucía y quedó cuarta, después de dos meses sin entrenar. Y luego la campeona de Andalucía acabó llorando al ver que ganó. A lo mejor hemos ganado menos que otros años, pero ha sido más emocionante.
Desde el miércoles hasta el sábado durará el Campeonato de España individual, clubes y autonomías y el nacional Base de gimnasia artística en el Navarra Arena
Se presentan en total cuatro vías y el nacional base de niño. Hace tres semanas estuvimos en Lérida, en nacional Base, donde llevábamos siete niñas y conseguimos una medalla de bronce en salto compitiendo con 275 niñas.
La realidad es que hay mucho nivel para los pocos recursos que hay
Nos cuesta más que al resto conseguir. Están al máximo nivel. Muchas veces nos vamos a Málaga, hacer dos horas de coche con lo que supone en tiempo y dinero para los padres, para tener unas instalaciones medio decentes y entrenar ahí. Necesitamos una sala donde entrenar solas. Los viernes estamos entrenando con partidos de vóley, con pitos... Nuestro deporte requiere mucha concentración. Además de los niños, las pelotas volando por encima... No tenemos un suelo oficial, las paralelas si las tenemos asimétricas buenas... El Ayuntamiento de Almería va poniendo cosas, a cuenta gotas, para los éxitos que le está dando la gimnasia artística, no solo a nivel autonómico, sino nacional.
¿Cuál es el siguiente objetivo que perseguís?
El sueño es que algún día se lleven a una niña al equipo nacional en Madrid.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/6/deportes/241485/en-la-gimnasia-artistica-de-almeria-hay-mucho-nivel-para-lo-poco-que-tenemos