España se despide del Mundial desde los 11 metros

España, eliminada del Mundial de Qatar en los octavos del final por Marruecos tras una fatídica tanda de penaltis en la que ni Pablo Sarabia, ni Carlos Soler ni Sergio Busquets fueron capaces de anotar. Unai Simón solo pudo detener uno de los lanzamientos y España hace las maletas de forma prematura tras solo conseguir ganar uno de los cuatro partidos que ha disputado. La falta de contundencia condena a la selección de Luis Enrique, que hizo merecimientos durante los 120' que duró el partido para estar en cuartos pero que dice adiós a la cita mundialista desde los once metros.

Hubo mucha tensión y poco fútbol. España, quizá todavía un poco agarrotada después del resbalón sonado ante Japón, buscó ante Marruecos encontrar las sensaciones del debut en esta Copa del Mundo de Qatar, pero la realidad es que nada le funcionó a Luis Enrique en los primeros 45’. Introdujo a Marcos Llorente de inicio, en parte buscando mayor profundidad y en parte protegiéndose de la velocidad de Boufal y mantuvo al resto, con Morata esperando su oportunidad en el banquillo. Ni le funcionó lo de Marcos Llorente en defensa, al que Boufal castigó mucho sobre todo en estático, ni tampoco lo de Morata, que empezó a calentar justo en el arranque de la segunda parte. El tridente Olmo, Asensio y Ferran apenas inquietó a Marruecos en los primeros 45 minutos.

Tanto fue así que el primer remate a portería llegó en el 50’, en una acción a balón parado que acabó con un gran disparo de Dani Olmo y que repelió de puños Bono. En el 62', Luis Enrique retiró del campo a Gavi y a Asensio para meter a Morata y a Carlos Soler. Le sentó bien al equipo de Luis Enrique la presencia de un 9, que empujó a Marruecos a tirar la línea defensiva en la frontal del área de Bono. España consiguió tranquilizarse y dominar el partido. Marruecos, agazapada en su campo, planteó un partido incómodo al ver que España comenzaba a imponer su rodillo. La selección de Regragui replegó y lo fio todo a una salida al contragolpe a través de los Ziyech, En-Nesyri, Abde (que sustituyó a Boufal) y compañía. En este contexto, a la selección de Luis Enrique no le quedó otra que ponerse el mono de trabajo, tirar de oficio... y buscar los espacios. Para ello, Luis Enrique llamó para la causa a Nico Williams. El combinado de Luis Enrique metió una marcha más con la entrada del extremo del Athletic Club y cerca estuvo de encontrar premio cuando el partido ya agonizaba.

En el 95', una falta colgada de Dani Olmo estuvo a punto de colarse en la meta de Marruecos, pero el sevillista Bono metió una mano salvadora para evitar el 1-0 y desviar la pelota a córner. Laporte, en el saque de esquina posterior, no acertó a conectar el remate, y como si fuese un deja vú de la pasada Eurocopa, el partido se fue a la prórroga.
La prórroga

La primera mitad de la prórroga tuvo el mismo color que la segunda parte del partido. Fue un monólogo de España, que prácticamente monopolizó la pelota, pero paradójicamente quien estuvo muy cerca de golpear fue Marruecos. Wallid Cheddira, en una de las contras que tanto había esperado Marruecos, se plantó delante de Unai Simón, pero el portero español se hizo gigante bajo palos. España siguió a lo suyo, pero la suerte no le sonrió. En la última jugada del partido, Pablo Sarabia, que entró sustituyendo a Nico Williams para ser uno de los lanzadores en una posible tanda de penaltis, mandó al poste un gran centro de Carlos Soler.
Los penaltis

Desde los once metros, España no estuvo al nivel de ser una selección candidata a llevar una Copa del Mundo. Fallaron los tres primeros lanzadores. Pablo Sarabia, que había entrado en el 120' para lanzar, Carlos Soler y Busquets fallaron sus lanzamientos. Unai Simón solo pudo detener uno y España se despide del Mundial de Qatar en octavos de final.

La eliminación en la tanda de penalti dejó imágenes durísimas de los jugadores de la Selección. Aymeric Laporte se derrumbó sobre el césped. Sus lágrimas, llorando desconsolado, reflejan el sentir del vestuario de España tras la derrota.