Fichaje verde de corazón y cabeza: ¡vuelve Charly Jiménez!

Unicaja Costa de Almería escribe un capítulo muy emotivo con el regreso del talentoso receptor

Charly Jiménez es nuevo jugador del Unicaja.
Charly Jiménez es nuevo jugador del Unicaja. Unicaja Almería
La Voz
13:58 • 31 jul. 2024

Con un “sí me acuerdo, las molestias empezaron en un entrenamiento justo después de la Copa del Rey”, y un “inmaculado” para definir el trato recibido desde el club, Jiménez, Carlos, de Petrer, el niño que fue campeón de España juvenil con sus amigos y que, con ellos también ha llevado a su pueblo a la Superliga, se prepara para enfundarse de nuevo la camiseta de Unicaja Costa de Almería. Fichaje de corazón, porque quedan pendientes muchas cosas por hacer juntos, y de cabeza, porque es, sin dudarlo, uno de los mejores receptores españoles, la entidad ahorradora apuesta por la persona y por el jugador.



No tengo palabras para agradecer cómo se han portado conmigo y el cariño que siempre he recibido por parte de todos”, dice Charly, que en lugar de palabras elige hechos, y por eso regresa a Almería: “Se ha hecho un equipo muy competitivo, que está perfectamente capacitado para pelar por todos los títulos”. Ahora, es otro: “Soy una persona más fuerte y más madura, todo el proceso que he llevado me ha hecho conocerme mucho más a mí mismo y a ser más consciente de diferentes situaciones; he tenido que aprender a utilizar más recursos, y eso me ha hecho que abra mucho más mi abanico de juego”.



Lesión



Valiente y sin lamentos, lo que deja atrás “realmente ha sido largo, ya que tenía muy claro que no iba a forzar ningún paso de recuperación y quería volver a jugar en el alto nivel”. Y lo logró, haciendo historia con sus raíces: “A raíz de toda esta circunstancia sí he podido cumplir un sueño desde que empecé a jugar, que era llegar a Superliga con el equipo de mi pueblo; obviamente me habría gustado que fuera por otras circunstancias, pero así es la vida, ha pasado así e igualmente estoy súper orgulloso y agradecido, ya que todo esto me ha hecho una persona más fuerte y me ha permitido vivir otras experiencias”.



Gracias a Villena-Petrer y a Tino Callado, volvieron las sensaciones tras el silencio: “He tenido que trabajar duro, con paciencia, sobre todo con disciplina, porque seguía siendo una incógnita si volvería a jugar, dado que los médicos me dijeron antes de la operación que veían muy difícil que lo consiguiera”. Admirable fortaleza mental la suya, “eso fue una motivación extra para demostrarme a mí mismo que lo iba a conseguir”. De ahí que insista en que es “un jugador más maduro: he tenido que curtirme en situaciones muy difíciles y eso me ha hecho ser más fuerte, sobre todo psicológicamente”.



Por supuesto, esa es ahora un arma más: “Creo que es algo positivo que puedo aportar, esa disciplina e idea de trabajo constante para que el grupo pueda exprimirse al máximo”. Lo que mantiene es la humildad: “Quiero estar a la disposición del equipo y a lo que Pablo crea; sí me siento preparado para asumir un rol importante, pero eso dependerá mucho de la necesidad del equipo y de las condiciones en las que estemos cada jugador en cada momento; más allá de todo eso, vengo a aportar mi granito de arena para que las cosas nos puedan salir lo mejor posible”. Para él, “me gustaría seguir creciendo y mejorando”.



Objetivo



Ese es el objetivo individual que se plantea, en el mejor lugar posible: “Voy a tener al lado a grandes jugadores, y eso va a hacer que la exigencia sea muy alta, tanto personal como grupal; es un aspecto muy positivo para todos, ya que el nivel del grupo va a ser muy alto y eso nos va a permitir que el club pueda pelear por todo y regalar y regalarnos grandes momentos durante la temporada”. Optimismo razonado: “Se ha mantenido una gran parte del grupo y se ha retocado con pinceladas, vuelvo a reencontrarme con amigos con los que he compartido vestuario en otros momentos y la mayoría nos conocemos muy bien”.


El hecho de que “eso va a facilitar mucho nuestra cohesión como grupo” se une también Pablo Ruiz: “Creo que es un gran acierto, es la figura que necesita el club, hombre de la casa, que conoce al equipo, a los jugadores, un currante que lleva años haciendo un gran trabajo y por fin le llega la oportunidad, y está perfectamente capacitado para asumir ese rol”. Su elogio al técnico se debe en gran medida a algo que valora mucho, lo personal: “Es muy querido en el mundo del vóley y tengo muchas ganar de poder trabajar con él”. 


Confianza del cuerpo técnico

El técnico almeriense le devuelve la admiración y cree en las posibilidades de estrella de Charly: “Un jugador de un nivel muy alto, con características técnicas de mucha calidad y que puede aportar en todas las facetas del juego; para mí, es uno de los jugadores más completos que hay actualmente en el voleibol español, y vamos a intentar ayudarle para que pueda rendir al máximo nivel”. Solo será acompañar, porque el receptor es la imagen de la responsabilidad: “Sé que está trabajando muy bien durante este verano para llegar al máximo nivel físico, y junto a los otros receptores, puede aportar un gran equilibrio en un equipo con una recepción muy fuerte y múltiples opciones y variaciones ofensivas”.


También apuesta por lo personal: “Carlos es un trabajador y una persona con una calidad humana excepcional, lo que considero muy importante y que hemos tenido muy en cuenta a la hora de realizar todas las incorporaciones al equipo”. Y como garantía, “no se tiene que olvidar que durante sus años en categorías inferiores de la selección, fue uno de los jugadores más importantes de Europa en su edad”. Ahora, con 29 años en ciernes, Charly se siente “súper feliz” al confirmar su deseo: “Sentía que todos estos años trabajando un poco en la sombra iba a dar sus frutos”. Eso sí, Unicaja ha estado ahí: “Súper agradecido porque siempre ha puesto por delante la figura personal antes que la de deportista”.


Y sí, “eso es lo bonito en este mundo”, tras pasar por “muchos momentos, la mayoría malos, trabajar muy duro para simplemente volver a jugar, independientemente del nivel que tuviese, y eso me creaba mucha frustración”. Por ello, “fue una alegría inmensa pensar que todo ese trabajo incansable que he llevado durante todos los días de cada semana, iba a tener su recompensa”. Esa es hablar a la grada: “Hola, afición; aquí estoy de nuevo y no podía imaginar mejor sitio para hacerlo; he sentido siempre vuestro cariño y es la hora de devolvéroslo en forma de alegrías; ansioso por volver al Moisés Ruiz”. 


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