Francisco está llenando las páginas de su libro de fútbol

Antes de que se enfade Francisco les diré que a mis 55 años sigo aprendiendo cada día. me levanto tonto a la vida y aprendo de Rafa y de Carlos con los que comparto más horas que con la propia familia, bueno, los dos son familia.
Lo que les quiero decir es que el modelo actual del Almería no nos tiene que sorprender a nadie. Lo anunció Alfonso García y era tal y como lo tenemos a día de hoy. Una plantilla emergente y con ganas con una cantera detrás y un entrenador debutante. Si, Francisco, debutante.
Ahora el entrenador del Almería aprende. Cada día de Primera será una página de su libro del mañana y cuando pasados unos años tenga un problema podrá consultar y acertar en lo que ahora falló. A los 35 llevar un vestuario de Primera es todo un reto que lo afronta con valentía pero los años están para algo y no es lo mismo el libro de Caparrós que el de Francisco.
Se ha equivocado el entrenador del Almería de la misma forma que me equivoco yo. Le dan palos cuando pierde el equipo como a todos nos exigen nuestros jefes pero, bendita presión Francisco. Bendito día que nace y me siento en mi mesa de la Redacción a escribirte esto para animarte y ayudarte. No sabes la suerte que tenemos de estar trabajando cada uno en lo nuestro.
Por ello, Paco, aférrate a tus errores con más fuerza que a tus aciertos y verás como dentro de cuatro o cinco años tirarás de experiencias del año del estreno. Yo cuando se enciende la luz roja de la radio siempre me acuerdo de aquel primer día en Radio Juventud cuando me temblaban las piernas.
Y una cosa que me enseñó mi primer director en la Radio. Mira que te puede ir bien: “Abre los ojos como platos cuando te llegue una crítica y no pierdas un instante ante el halago”. Todavía lo hago, Francisco, y me siguen dando palos porque cada día nos equivocamos y aprendemos de todos los que nos rodean.
Si queremos tener cantera de verdad hay que darle tiempos a los futbolistas y también a los entrenadores. Paciencia señores que Francisco crecerá.