He sido pregonero en las Fiestas de Gádor y me lo pasé bomba con todos los gadorenses. es un momento tan especial e inolvidable que te genera una presión muy grande juntos hasta que subes al escenario: allí te lanzas al vacío y punto.
Los nervios de los artistas se quitan en el escenario. Los del locutor con el piloto rojo en la radio y los del cirujano en el quirófano. No seré yo quien de lecciones de pregonero a nadie ya que además de Gádor lo fuí en las Fiesta de El Zapillo (gracias a Julen Apoita) y poco más, no soy experto.
Pero les aseguro que más presión que el debut de la Liga ante el Espanyol le genera a Francisco ser el pregonero de la Feria de Almería como antes lo hicieran Juan Andújar o Fernández Borbalán.
Francisco tiene en casa a una gran profesional de la comunicación que le ayudará en todo momento pero sabe María del Mar que no hay receta para el corazón. ¿Quién controla una emoción?. Cuando Francisco suba al escenario para lanzar su pregón estará con GATOS EN LA BARRIGA, se le pasarán mil cosas por la cabeza y dirá. ¿qué hago yo aquí?.
Tranquilo Francisco que los nervios y los gatos se van al primer minuto. Desaparecen al primer aplauso y cuando el Alcalde de Almería te ponga el escudo en la solapa ya habrá pasado todo.
El pregón va a ser bueno, como Francisco, pero como todo almeriense que hace de pregonero sentirá una infinita felicidad. Un orgullo impresionante. Ese ser profeta en tu tierra que luce Francisco se multiplicará por mil.
Larga vida al pregonero y que haga ese día vida normal. No hay receta para la presión y la emoción. Les recuerdo que los nervios se quitan en el escenario solo allí se pasan: no hay otra receta Francisco.
¡¡¡Larga vida al pregonero!!!
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