El Racing comienza mañana, con la publicación de la convocatoria de una Junta General de accionistas para el 4 de noviembre, una ampliación de capital que ha de proporcionar al club un nuevo propietario y músculo financiero para salir de la crisis económica brutal en la que vive sumido desde que explotara la venta a Alí Syed. De momento, ha habido seis grupos internacionales que han firmado un contrato de confidencialidad para recibir todos los datos económicos ya que, en principio, están interesados en estudiar la compra del club. De esta media docena de empresas, la única con participación española es, tal como informó ayer El confidencial digital, una liderada por Juan Villalonga, expresidente de Telefónica y que en 2008 protagonizó un frustrado intento de compra del Valencia.
Miembros del Consejo de Administración del Racing han mantenido dos reuniones en Madrid con personas de confianza del financiero madrileño y han comenzado a suministrar a este grupo la información del estado económico en el que se encuentra el club. La deuda total está situada en torno a los 30 millones de euros, de los cuales algo menos de un tercio se deben a la Hacienda pública, que es quien ahora mismo condiciona toda la vida del club, ya que embarga casi cada euro que entra en las arcas verdiblancas.
La gran ventaja que puede ofertar el Racing, además de sus 102 años de historia, una implantación social absoluta en Cantabria y apoyo, ahora sí, de todas las instituciones, es que con los 9 millones de la ampliación de capital se compra el 99% de las acciones. Además, ese dinero no se lo llevará nadie, ya que el Racing no tiene dueño, sino que el nuevo Consejo gestionará el dinero que haya invertido. El CSD está al tanto y no ve con malos ojos la opción Villalonga.
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