Jesé, Saúl y Rafinha, nominados a jugador revelación de la Liga

La Liga de Fútbol Profesional dio a conocer los tres aspirantes para hacerse con el premio al Mejor Jugador Revelación de la temporada 2013-14, donde se reconoce al mejor joven de la temporada pasada en la competición liguera. Los nominados son el mediocentro del Atlético de Madrid Saúl, que jugó el año pasado cedido en el Rayo Vallecano; el mediapunta del FC Barcelona, Rafinha, que la temporada pasada militó en el Celta de Vigo a las órdenes de Luis Enrique; y Jesé Rodríguez, que fue una de las grandes revelaciones del Real Madrid hasta que sufrió una rotura de ligamento cruzado anterior en su rodilla derecha.
Jesé Rodríguez, el canterano que el Real Madrid esperaba. Desde los 14 años en la fábrica blanca, el jugador canario ya había disputado partidos con el primer equipo durante temporadas anteriores, aunque sería el curso pasado cuando demostrase que había llegado para quedarse. El joven jugador, desequilibrante y explosivo donde los haya, jugó 18 encuentros de Liga BBVA a un gran nivel, en los que anotó cinco goles y en los que le dio tiempo a demostrar que podía copar un hueco en el once titular de Carlo Ancelotti.

La actuación de Rafinha Alcántara en el Celta fue soberana. El pequeño de los Alcántara ejerció de líder en el equipo que tanto disfrutó su padre, Mazinho. Pese a su juventud, 20 años de edad, Rafinha se echó el equipo a la espalda y se convirtió en un referente que a ritmo de goles (4) y multitud de partidos (33), logró ser la viva imagen de un cuadro vigués que acabó la temporada en pleno estado de forma. Su habilidad y madurez demostrada en el año de cesión le hicieron valedor de regresar por la puerta grande a su club de origen, el FC Barcelona.

La veteranía demostrada por el joven jugador franjirrojo Saúl Ñíguez es un hecho que le convierte en uno de los nominados a este preciado galardón. Polivalente y seguro, el centrocampista ilicitano fue uno de los seguros de Paco Jémez para jugar tanto en la medular como en la defensa. Su progresión ha sido ascendente y su valía para resguardar en 37 encuentros a un conjunto que ofrecía una atrevida propuesta ofensiva le han servido para volver como triunfador al Atlético Madrid, su equipo de procedencia.