Villar quiere parar el fútbol para que echen a Cardenal

El presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, ha estallado y ha declarado abiertamente este miércoles la guerra al secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal. Y en un tono bastante encendido (llegó a dedicarle algún improperio: "gilipollas", según unas fuentes; "gilipuertas" según otras"). La Junta Directiva de la FEF aprobó por unanimidad de todos los estamentos y miembros representados que su presidente envíe un escrito a la UEFA solicitando la destitución del secretario de Estado en todas las comisiones a las que pertenezca y pide que le sea retirado el apoyo de la UEFA para ser miembro del Consejo Internacional de Arbitraje Deportivo (ICAS). Además, la Junta acordó también enviar un escrito de información a la FIFA comunicando una queja por la intromisión ilegítima del CSD en materias reservadas del fútbol español.

La razón de esta estrategia tiene un motivo clave: Villar conoció recientemente por parte de la directora general de deportes, Ana Muñoz, que la subvención asignada para el fútbol este año sería sólo de 370.000 euros, cuando la última vez que la recibió hace tres años fue de 2,9 millones de euros. Villar se indignó y decidió plantarse ante el Gobierno. Curiosamente, antes de llegar al CSD, Cardenal era uno de los tres miembros del Comité de Competición de la RFEF y, para más inri, el que debían elegir por consenso Villar y la LFP.

La intención de Villar y de la RFEF es, además, enviar este mismo escrito que le enviarán a UEFA y FIFA al mismísimo Gobierno para intentar que Cardenal dimita o sea destituido de su cargo. Y avisa: "Podría haber paros parciales del fútbol español, sin descartar la paralización de todas las competiciones". Incluso las profesionales. De hecho, puede que ya en la próxima jornada haya parones de un minuto en los partidos amateur cuando el balón comience a rodar. El objetivo es protestar y llamar la atención para que Cardenal dimita. Si el conflicto no se soluciona, la FEF amenaza con que los parones se pueden extender a otras categorias. Cardenal, mientras, se va mañana a Qatar a apoyar a la selección de balonmano.

La FEF aclara que toma esta medida empujada por “el incumplimiento de las directrices emanadas de la FIFA, la supresión de subvenciones de ayuda al fútbol base, la persecución y acoso a un fútbol aficionado cada vez más necesitado, junto a otras cuestiones que reflejan una animadversión manifiesta hacia un deporte que tantas glorias ha dado a España en los últimos tiempos”. El comunicado de la FEF recalca “el desmesurado intervencionismo del CSD”. Por ello, la FEF ha anunciado que ratifica las palabras vertidas por el presidente del COE, Alejandro Blanco, el pasado 17 de diciembre en las que afirmó que “nunca ha habido en el deporte español tanto intervencionismo como ahora”.

Villar también ha creado una Comisión de presidentes de Primera y otra de Segunda, paralelas a las de la LFP, por lo que también es una declaración de intenciones frente a la patronal dirigida por Javier Tebas, para el que también hubo menciones en la Junta. Y lamentó que ahora también las exigencias de la Seguridad Social lleguen a la 2ª B. Después, el presidente de la AFE, Luis Rubiales, se quejó de la persecución que está llevando a cabo Hacienda contra los futbolistas profesionales.

Por último Villar anunció a la Junta que se presentará a la reelección. Lleva 26 años en el cargo de presidente de la Federación Española de Fútbol.

Un distanciamiento que no se arregla

Villar y Cardenal llevan distanciados mucho tiempo. Desde que el secretario de Estado para el Deporte se puso por montera auditar las cuentas de todas las federaciones y hacer publicos todos los números a través de la Ley de Transparencia. La FEF no se oponía pero, por sus gestos, dejaba claro que no estaba por la labor. De ahí que se negara a recibir la subvención del CSD durante los últimos tres años (2,9 millone de euros por curso) y, además, tampoco quisiera recibir el 1% de las quinielas que les corresponde. El COE, en una situación similar, se alió con la Federación animado además por el distanciamiento generado con Cardenal a cuenta de Madrid 2020.

En la carrera olímpica, Blanco decidió que su candidatura fuera única y exclusivamente deportiva. No quería que el Gobierno estuviera cerca. Por eso no le dio ningún papel en Argentina. Cardenal aceptó y apoyó la candidatura, pero al regresar a España tras el nuevo fracaso en la elección de Buenos Aires, críticó la estrategia de Blanco. "En esta candidatura se ha buscado un modelo diferente a las dos anteriores, y el resultado ha sido un número menor de votos. La candidatura no quiso que gente gubernamental conetstara". Ahí comenzaron las asperezas. Por eso, no es casualidad que en cualqueir fricción entre Cardenal con Villar o Blanco, los implicados se hayan posicionado siempre contra el secretario de Estado. El último capítulo se vivió por el tema de la lucha antiviolencia. Villar creó una Comisión de Trabajo paralela a la Comisión Antiviolencia y dejó fuera de ella a Cardenal.