Con el despido de Miroslav Djukic el cambio de entrenadores en Primera División se eleva a ocho. El primero en dar un golpe de efecto a la marcha del equipo fue precisamente el Córdoba que se cargaba al entrenador que les llevó a Primera, Ferrer, y llamó a un entrenador de perfil superior que solo estuvo 19 jornadas para sacar primero y volver a meter después al equipo en descenso. Y con una elevada inversión en el mercado de invierno que no ha dado fruto.
El segundo en mandar a casa a su entrenador fue el Levante que puso en la callea José Luis Mendilíbar en la misma jornada que el Córdoba y apostó por Lucas Alcaraz que va a tirones sin lograr estabilizar en zona tranquila a sus granotas. También se reforzó bien en Navidad.
El tercero en marcharse a casa fue Arrasate en la Real Sociedad que dejaba paso a un entrenador de postín en la Premier como David Moyes que si ha remontado el vuelo de los donostiarras y precisamente con él han conseguido ganar por vez primera fuera de casa esta temporada, ayer en Getafe.
El cuarto entrenador en caer lo conocen bien, era la jornada 14 cuando el equipo caía goleado por el Eibar en Ipurúa. Francisco era despedido y llegaba Juan Ignacio Martínez que ha mejorado registros pero se mantiene el peligro de descenso.
El quinto en cambiar no fue por malos resultados y si tras una gran oferta de China. Se marchó Cosmin Contra y llegaba Quique Sánchez Flores que se fue a su casa voluntario siete jornadas después por motivos personales pese a que todo indica que la salida venía motivada por la venta de Sammir al fútbol chino. Tiró de Pablo Franco, entrenador del filial, para su banquillo.
Han sido 8 relevos de banquillo en Primera pero con doblete para Córdoba y Getafe. A día de hoy solo hay un banquillo en el punto de mira, el del Eibar, tras una racha de 8 derrotas consecutivas.
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