El Peñón de la Encantá: embrujo en Las Tres Villas

Cuenta la leyenda que una vez estuvo habitado por una mujer encantada, de largos cabellos de oro y piel blanca, y que en las noches de luna clara salía al encuentro de los caminantes, regantes o pastores, cantando bellas canciones. Esta es parte de la magia que rodea al Peñón de la Encantá, uno de los lugares más significativos de Las Tres Villas, municipio formado por tres localidades (Doña María, Escúllar y Ocaña) en la comarca de Los Filabres-Alhamilla, y que se puede conocer dando un agradable paseo.

El Peñón de la Encantá se encuentra en un lugar privilegiado, en el Parque Nacional de Sierra Nevada, dentro del Paraje de Santillana. De hecho, todo aquel que visite Las Tres Villas debería proponerse hacer este sendero embrujado que sube hasta Santillana, una antigua población hoy abandonada, pero que aún conserva parte de sus edificaciones.  

Desde este monumento natural, el viajero puede deleitarse con una panorámica increíble del Barranco de Santillana. Y no solo eso, también podrá adentrarse en su interor, ya que su morfología desquebrajada permite meterse por una de sus grietas. 

Pero Las Tres Villas tiene muchos más encantos. Basta con darse un paseo por sus típicas calles estrechas, de fachadas blancas con tejados de pizarra listos para las nieves que se atreven a caer en invierno, para darse cuenta de que nos encontramos en un municipio con un enorme atractivo para sus visitantes: el puente del ferrocarril que atraviesa la rambla de Escúllar, el vagón de tren apeado en una plaza de Doña María, los lavaderos antiguos donde lavaban a mano las mujeres, la Iglesia de San Bernardo en Ocaña, sus fuentes de agua fresca de la sierra...

Las Tres Villas es de visita obligada para los amantes de la tranquilidad y la naturaleza.