Enix, un pueblo lleno de colorido alejado del bullicio

En la Sierra de Gádor, en la provincia de Almería, encontramos uno de esos pueblos que enamora a aquellos que lo visitan. Hablamos de Enix, un municipio blanco, limpio, lleno de colorido gracias a las macetas de flores colgadas en sus fachadas, y mucho tipismo, el cual deja maravillados a sus numerosos visitantes.

El viajero que busque un destino tranquilo, alejado del bullicio de la ciudad, tiene en Enix el destino perfecto. Sus habitantes son personas hospitalarias, orgullosas del pueblo en el que viven. De hecho, aún hoy se pueden permitir el 'lujo' de sacar las sillas a la puerta para tomar el fresco y que los niños jueguen en la calle sin que eso genere mayor preocupación.

Basta con dar un paseo por sus calles empinadas de casas blancas con terrados, para darse cuenta de que Enix es un lugar único, acogedor, que parece querer resistirse al paso del tiempo. Todo esto hace que merezca la pena perderse en él.

Para aquellos que lo visiten, se recomienda visitar la Plaza de la Constitución, presidida por el Ayuntamiento y la Iglesia San Judas Tadeo del siglo XVI, con la Virgen del Rosario y San Judás Tadeo, el patrón del municipio, en su interior. También hay que pasear por la calle Málaga, la calle Monseñor Justo Mullor García o la calle Almería, todas ellas con construcciones típicas de la Alpujarra almeriense.

Y por supuesto, aquel que vaya a Enix no puede marcharse sin beber de algunas de sus fuentes de agua fresca de la sierra. Y es que si por algo es conocido este municipio es por la abundancia de agua que tiene en su término, el mayor tesoro que se puede tener en esta provincia de Almería. Tanto es así, que el nombre del pueblo tiene su origen aquí, de NIX, que en la lengua germánica se relaciona con fuentes y manantiales. De hecho, hoy el municipio aún posee la fuente que le dio su nombre y con el nombre de NIX aún grabado.

¿A quién no le apetece conocer todos estos encantos de Enix en primera persona?