Baltasar Gálvez del Águila es fotógrafo taurino y cofrade. Ha recibido importantes reconocimientos como los dos premios nacionales taurinos o el premio a la mejor cartelería cofrade de Andalucía, además de otros premios.
¿Cuándo comenzaste con la fotografía?
Fotografiar en serio, hace unos quince años.
¿Cómo fotógrafo taurino te has recorrido la geografía nacional?
Sí. He estado en las mejores plazas de toros de España y con las mejores figuras del toreo. He estado en Madrid, Granada, Jaén, Murcia, Málaga y Almería, entre otras capitales y provincias.
¿Y galardones, cuantos has recibido?
He recibido muchos reconocimientos importantes y también matadores de toros que me han pedido algunas fotos especiales, como es el caso de Manzanares, Morante, el Juli y Ponce.
Llegar esta época supone para tí transformarte de fotógrafo taurino en fotógrafo cofrade ¿Son muchas las diferencias entre ambos mundos?
No. Son muchos con mucho arte. En cofradías es saber andar y procesionar y en el taurino, saber torear.
¿Cómo fue completar la fotografía taurina con la cofrade?
Toda la vida he sido costalero. Me inicié con el costal con tan sólo dieciocho años. Al tener cámaras fotográficas empecé a hacer fotos por diversión y al final me enganchó.
¿Qué te gusta reflejar en tus fotos semanasanteras?
Busco rincones bonitos y momentos especiales, aunque al venir mi hija conmigo y gustarle a ella recoger muchos detalles, al final me lo ha pegado.
¿A Carmen le gusta reflejar detalles?
Tiene esa sensibilidad y vista que yo antes tenía. Eso provoca que me fíe de ella.
¿Se ha llevado algunos premios tu hija?
Con tan sólo ocho años hizo una fotografía de la Hermandad del Perdón, recogiendo cómo entre dos nazarenos uno abría la caja y el otro llenaba el incensario con incienso. La presentamos a la Agrupación. Le dieron el premio al mejor detalle. duelo, más recogido.
¿Cómo vive la Semana Santa el fotógrafo Baltasar Gálvez?
La vivimos recorriendo calles, plazas y rincones de la ciudad, buscando los mejores momentos y sitios.
¿Pero, quien busca los sitios?
Mi hija y yo. Los dos. La afición de mi hija a la fotografía taurina y cofrade es algo que ella tenía desde el principio. Ten en cuenta que siempre me ha acompañado, tanto a realizar las fotos como a recoger los premios. Recuerdo que uno de los premios que recogió conmigo me dijo: “papá, el año que viene la que sube al escenario a recoger un premio soy yo, pero a por el mío” y así fue. Subió a por el segundo premio que organizó la Hermandad del Calvario, de la iglesia de San Roque, en Pescadería. Tenía aproximadamente diez años. En esa edición, yo logré el primer premio y ella el segundo. Eso quiere decir que mi foto fue cartel y la de mi hija, la portada del libro.
¿Entre los muchos premios que has logrado, tienes alguno que para tí suponga un reconocimiento especial?
Sí. Logré el premio del concurso de Cartelería de Semana Santa de Andalucía, en Dos Hermanas, Sevilla. Los carteles editados. Se presentaron un total de doscientos ochenta y cinco carteles y el ganador fue el mío, que lo presentó la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Almería. Es el único que tiene Almería y fue en el año 1999. La Agrupación recibió un nazareno en terracota, dentro de una vitrina, de 70 cm de altura y a mí me dieron una placa, además del reconocimiento que recibió el Ayuntamiento de Almería. Con respecto al taurino, tengo dos premios nacionales de fotografía taurina. Me llevé un primero y un segundo. Son mundos que van de la mano, la pasión y devoción.
¿Qué fotografía no has hecho y te gustaría hacer?
Me gustaría hacer una que se guardara para la historia, pero esa fotografía es muy dura de hacer... La muerte de un torero... Por eso no quiero hacerla.
¿Qué tipo de foto se cofrade se hace en Almería?
A las hermandades y cofradías les gusta las fotografías de primer plano de las imágenes. Con respecto al del Cartel oficial de Semana Santa, considero que debía estar dividido el de pintura y fotografía. Esa es mi opinión.
¿Has recogido alguna foto de toreros como costaleros?
Sí. El novillero José Cabrera, cuando salió del paso de palio de la Esperanza Macarena, con el costal puesto, le hice la fotografía. Fue al finalizar una gran chicotá del paso macareno. Ten en cuenta que los costales suelen llevarlos hasta casi los ojos y cuando van de nazarenos es difícil reconocerlos, pero en el caso de José Cabrera estaba justo al lado de él cuando salió del paso de palio para un relevo.
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