Homenaje a Chus Lampreave

 No acostumbro a ir mucho al cine ni me considero un experto en la materia, pero tengo también mis adoraciones calladas respecto a ciertas películas, directores, actrices, productores y guionistas. Y un personaje que me llamaba mucho la atención es el de portera, la afanosa dueña de la escalera en un simbólico bloque de viviendas,  uno de tantos protagonistas secundarios que llenan las películas españolas.  El lunes pasado moría en Torrecárdenas (Almería) la madrileña Chus Lampreave. No sabía que esta mujer tuviese familia en  la ciudad del Indalo y que viviera temporalmente aquí, pero un día, por azar, la ví visitando cafeterías y tiendas del centro y se me puso en pie en la memoria toda esa clase media baja que tanto ha sufrido con la crisis y tanto espera de la democracia. 
En los comentarios que han seguido a sus exequias, miles de directores y compañeros de reparto dijeron cosas sumamente  elogiosas de su simpatía, su comicidad desbordante y  sobre todo de  su personalidad  irrepetible como ser humano. A mí , en cambio,  me interesa  más verla  como prototipo de una clase social que encarna los mejores valores  para la recuperación y que pese a sus sufrimientos socioeconómicos nunca pierde la alegría de vivir. Si ustedes se  lo piensan bien nuestra vida ordinaria está tejida de encuentros y desencuentros con estas personas anónimas que topamos en la calle. Son gente del bar de la esquina, del piso de arriba, de la iglesia y del bar que nos cuentan sus penas, también sus alegrías. 
Con ellos nos informamos de lo que pasa y por ellos nos consolamos y sacamos fuerzas para seguir tirando. No puede ser mera coincidencia que esta mujer fuera escogida por  nuestros mejores directores para llevar a cabo inolvidables escenas secundarias. Tampoco parece fortuito que aparezca en las  veinte mejores producciones del cine español de los  últimos años. Por algo será. 
Los críticos ponen de  relieve su dulzura, su comicidad y su humanidad desbordante. La sociedad almeriense necesita ejemplos de esta índole. Tampoco quiero pasar por alto el hecho de que el Grupo Municipal de Izquierda Unida sea el primero que ha pedido una calle para esta madrileña enterrada en Almería.