Ser periodista hoy es un trabajo difícil; difícil de conseguir porque en muchos casos piden “lealtad” al medio, lo que en muchos caso suele ser sinónimo de sumisión y digo en algunos casos. Ciertamente, no soy periodista ni he estudiado periodismo, pero confieso que me apasiona, me gusta seguir los medios tanto escritos como también la radio y la tv. Me gusta estar al día, ahora casi al minuto, de las noticias. Sin embargo, me atrevo a decir, que esta noble profesión se ve en muchos casos doblegada y sometida a muchos poderes, ya sean políticos como económicos, que en la mayoría de los casos, tristemente, viene a significar lo mismo.
La prensa, los periodistas, cuando han podido, en cualquier lugar del mundo, han hecho destapar casos de corrupción, incluso tambalearse a gobiernos o descubrir sucias tramas de desvíos de fondos o malversación de bienes públicos y hacer caer a algún jefe de estado o Presidente de Gobierno. Por eso los “poderosos” deciden intervenir, comprar o crear medios de comunicación que le bailen el agua, les aplaudan y escondan los trapos sucios, triste realidad.
Afortunadamente, esto no sucede ni con todos los medios ni con todos los periodistas, ni ha ocurrido siempre.
Como todas las cosas, todo esto se puede y se debe solucionar, cuando entre los curritos periodistas, se ponen de acuerdo, quieren defender su profesionalidad y su honestidad, cuando muchos cogen las “armas “ que tienen en sus manos y juntos las ponen en marcha, con gestos y con fuerza.
Luis Enrique Hace unos días escuchábamos al entrenador Luis Enrique, me da igual a que equipo entrena, ser un mal educado y ofender a un periodista que le preguntó: “si había afectado la preparación física”. Y le respondió con nulos modales al periodista Víctor Malo, al que intentó ridiculizar “¿Cómo es tu apellido?... Siguiente pregunta”. Esta no es la primera “gracia”, pero una cosa es ser borde y otra es faltar al respeto. Para no parecer partidario de nadie, diré que igual hizo Mouriño, o en su día Javier Clemente o Van Gaal. Imaginemos que cuando este individuo trató de ofender al periodista, el resto de sus compañeros se hubiesen levantado de la sala de prensa y se hubiesen marchado. Imaginemos que el día siguiente todos los medios de comunicación no sacasen ninguna información respecto a ese club ¿Cambiara la actitud de este individuo? ¿Le llamaría el club al orden y al respeto?
Estas personas que están en el “candelabro”, que son seguidos por miles de personas, por muchos niños-as, por jóvenes deportistas, son espejos en los que se miran las personas y en muchos casos no son ejemplo, si no mas bien todo lo contrario son un mal ejemplo o ejemplo de mala educación y eso si que me concierne, como educador y como padre.
Este es tal vez el ultimo ejemplo de desconsideración con la prensa, pero igual sucede cuando un Presidente de Gobierno que tarda meses en dar una rueda de prensa y cuando la da, no admite preguntas o ni siquiera comparece y lo hace a través del plasma. Últimamente se escucha en mas de una ocasión que tal o cual político ha dado una rueda de prensa sin admitir preguntas ¿Entonces para que la dan? ¿Que pasaría si al día siguiente ningún medio se hiciese eco de esa mal llamada rueda de prensa?
Incluso como ultima novedad, por aquello de estar al día, a la última, utilizan las redes sociales y mandan un tweet, es decir un mensaje de 140 caracteres o menos, para que los medios se hagan eco de cualquier noticia relevante. Lo peor es que algunos medios se hacen eco y nos dicen: “Anunció a través de su cuenta de twitter” y se quedan descansando el que lo manda y el que lo hace público.
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