Gobernar desde la oposición

Es curioso cómo los niños, sólo tienen que necesitar una de sus estampas para entablar relación...

Emilio Sánchez de Amo
01:00 • 23 jul. 2016

Durante las vacaciones, siempre dedico un tiempo a realizar limpieza a fondo, revisión de papeles, ropas, utensilios varios, juguetes de los niños,…, así que me he encontrado con gran cantidad de estampas, la mayoría de fútbol, y algún que otro álbum cargado de éstas.
Con ello, ha sido inevitable hacerme una idea del intercambio de estampas estos días en el Congreso de los diputados. Es curioso cómo los niños, aunque no se hablen con alguien y no quieran mirarle ni a la cara, sólo tienen que necesitar una de sus estampas para entablar relación; algunos en el Congreso ya piensan en quedar a diario para intercambiar ¡a saber qué!; comienzas con las estampas, continúas whatsappeando en la intimidad y terminas siendo amigo del alma. Mientras, el país medio parado, centenares de familias españolas en el umbral de la pobreza, se suceden más asesinatos machistas, las vidas perdidas en el Mediterráneo siguen siendo la vergüenza de una Europa sumida en crisis, Turquía al borde de una guerra civil, el terrorismo fundamentalista azotando nuestras democracias,…, y aún así, en el Congreso jugando como niños.
Pero el PSOE no ha entrado en el juego, siendo fiel a la palabra dada al electorado, no firmará la ‘Gran coalición’, tan ansiada por Rajoy e Iglesias, porque tenemos intereses radicalmente opuestos: ellos cambian como estampas lo que es de todos, en beneficio de los suyos, despojándonos de las mejores, como la sanidad, y nosotros queremos gestionarlo para conseguir mayores cotas de prosperidad para todos.
Los resultados nos colocan en la oposición, y desde ahí debemos renovar el proyecto socialdemócrata para la España de hoy, sin caer en las trampas neoliberales ni populistas, dejando de recrearnos en lo buenos que fuimos, y conseguir serlo de nuevo, al tiempo que lideremos la alternativa a la derecha, explicando nuestras propuestas con el lenguaje de la gente corriente.
La aritmética parlamentaria da juego suficiente si se sabe buscar acuerdos, aún sin ser Gobierno, y es que, si somos verdaderos líderes de esta oposición, sin titubeos, haciendo más que hablando y tomando la iniciativa para pensar solo en la gente, también podemos gobernar, mientras otros se dedican a rellenar de estampas su álbum.


 







Temas relacionados

para ti

en destaque