La triste figura de Pedro Sánchez

Llegó la esperanza con el infortunio político de Pedro Sánchez, mas él, a lomos de su rocinante, sigue la ruta del no, no y no. Lo que no sabemos los españoles es adonde nos va a conducir por su ruta incierta; quizás soñando con la “poltrona” nos deje caer por el abismo de la destrucción del patrimonio Patrio, borre con su obcecación nuestras relaciones con el exterior y, lo que es peor, nos aboque a manos de los sin ley, de los coletas y separatistas, como de los que no sienten nada por España y sus Instituciones.
El Sr. Sánchez debe apearse del burro y dar ejemplo de serenidad, responsabilidad y amor a los españoles. Nosotros se lo vamos a agradecer y el Partido se lo tendrá en cuenta. Con su proceder demuestra egoísmo, personalismo, prepotencia y arrogancia, y por ese camino su ruta será corta, hundirá el partido (lo que ha dejado del P.S.O.E.), y con ello Podemos asumirá la dirección de la Izquierda, se destrozará la nación española y, por ende, nos sumiremos en el caos político y social que tanto ansían los sin rumbo, los libertarios, los sin horizonte moral, los del racionamiento de víveres, los de las colas perpetuas, para no llegar nunca a tiempo. Piense Sr. Sánchez, hágalo también por sus hijas, por los que confiamos en el P.S.O.E., por el bien de los españoles. Desde la oposición logrará que cambie de rumbo la política actual en aquello que sea susceptible de mejora, y desde esa posición, sin lugar a dudas, el partido resucitará de las cenizas en las que su posición personal los ha sumido.
Sería conveniente para todos los españoles, ya que hablamos de idealismos personalizados, que el Sr. Pablo Iglesias, a lomos de su camello, se dirija al desierto y allí predique cuanto le plazca.
Aquí mejor calladito, que no nos implique con regímenes totalitarios. El Sr. Maduro que vocifere en “su desierto”, en esa pobre nación sometida al autoritarismo y sin ley, al hambre y dictadura, al caso nacional. Nosotros preferimos otros senderos que nos dan luz, concordia, pan y paz.
Sería también muy conveniente que el Sr. Rajoy se diera cuenta de su impopularidad debido a los desmanes que apátridas sin escrúpulos, a la sombra del P.P., han tratado de hundir la buena reputación de la que siempre hizo gala el partido. Esto le debe conducir a reflexionar sobre su liderazgo y proceder en consecuencia.