Día de la Biblioteca

“El hombre que no conoce su propia historia está a merced de las mentiras que le quieran endilgar”

Kayros
23:52 • 24 oct. 2016

Tal  como ha ido poniendo de moda el  comercio, a cualquier cosa le crean  ahora su  fiesta  homenaje.  Las   bibliotecas  , archivos  de la memoria,  centros de estudio y de relaciones humanas,    tenían   que tener   alguna  vez  también su día  grande.  Se  suele decir que los españoles  no leemos libros pero  esto  es cada  menos cierto.  Yo  estuve, por fortuna, trabajando en la Villaespesa.  Al producirse la privatización de este periódico  y  estando  forzado   a escoger un  puesto  en   la Administración ,no  lo dudé ni siquiera un momento,  retorné  a los libros para hacer lo mismo que hecho siempre, leer  y más leer, hojear diccionarios, repasar  nuestra historia, mirar el  futuro  con  esperanza y sin miedo.  Es noticia  estos   días  la pérdida de una  mujer con  alhzeimer.   Si esta  enferma  que no sabe volver a casa, que no    sabe explicar  dónde se encuentra,   si tuviera siquiera  un libro con dibujos y mapas, quizá pudiera  salir  del  mudo  abismo    sin palabras,  Un libro  le facilitaría    la calle  donde  vive; la familias que conoce    o probablemente   el   camino  que nos puede llevar a ella.  Ese libro   es posible que se encuentre   en el biblioteca, memoria de nuestra memoria, guía   del mundo que nos rodea,  Jorge Luis  Borges    llegó a comparar el silencioso tragín de la biblioteca con  el fondo del universo.  De  ahí que le gustaran tanto la enciclopedias. En  ellas aparece  el pasado, el  presente y el  futuro  y   con ellas se   pueden  establecer   comparaciones  dialécticas  con lo que somos  a  razón de lo  que fuimos. La huella  del  dinosaurio   aunque   no sea fácil  descifrarla , nos habla de la historia anterior. Los pueblos cultos  cuidan con esmero sus bibliotecas. Les gusta comparar  lo que somos  con lo que éramos. Los  fanáticos serviles  del pensamiento inmóvil lo que  hacen  en n cambio  es quemar los libros. No quieren testigos: rompen   toda huella  del pasado aunque sea  una   obra de arte.   El hombre que no conoce su  propia historia está  a merced  de las mentiras que le quieran   endilgar  los publicistas,  los  comerciantes  del   lenguaje,  y  esta  merducría     abunda  mucho en este tiempo. Hacen bien los alcaldes  en fundar  bibliotecas  para  el pueblo. Para poder caminar por esta vida  hace falta  mucha ilustración   por fortuna , hoy este  viaje   es fácil , basta coger un libro o pedirlo en una biblioteca.







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