“Que Juan Ignacio Zoido sea esta tarde nombrado ministro nos puede venir bien a Almería”. La frase forma parte de una conversación privada ayer por la mañana junto al Centro de Salud de Oliveros y puede que sea recordada más de una vez en esta larga ¿o corta? legislatura.
Que Juan Ignacio Zoido sea ministro de Interior nos puede venir bien no solo porque desde su cartera haga posible que se construyan más cuarteles de la Guardia Civil, haya más efectivos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado o llegue la ansiada Comisaría de Policía a Roquetas de Mar, sino porque desde hace años conoce muy bien a esta provincia, a sus gentes y las deudas que aún tiene pendientes el Gobierno.
Antes de ser elegido presidente del Partido Popular en Andalucía, Zoido vino a Almería y su tarjeta de presentación fue que se sentía almeriense como el Indalo. En su época de estudiante conoció a una almeriense, Beatriz Alcázar. Con ella se casó y con ella vive en Sevilla, pero sin olvidar su vinculación con esta sedienta tierra, que un día sí y otro también anhela la llegada del AVE.
En días como el de ayer, son numerosas las muestras de felicitación y bienvenida que reciben los nuevos ministros. Cabría esperar que el nuevo titular de Fomento y hasta ayer alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, conserve durante mucho tiempo el mensaje que le envió vía Twitter el exalcalde de Almería y senador del PP, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador. “Te deseo lo mejor al frente del Ministerio de Fomento, querido @idlserna ¡Enhorabuena!”. De la Serna y Comendador se conocen desde hace mucho tiempo. Han compartido gestión en la Federación de Municipios y Provincias.
Lo que realmente importa es que de esas amistades políticas - el portavoz Rafael Hernando también tiene una gran vinculación con el que fuera presidente de la FEMP - surjan a partir de ahora realidades escritas en el Boletín Oficial del Estado.
Tener sentados frente a frente a Íñigo de la Serna y a Juan Ignacio Zoido en la mesa del Consejo de Ministros en el Palacio de la Moncloa puede ser una buena noticia en los comienzos de noviembre de 2016, pero mejor sería que dentro de unos meses o años se vieran los frutos recogidos de tan buenas amistades y vinculaciones políticas con la provincia de Almería.
Después de un año de parón, ahora hay presidente y Gobierno ya nombrado. Solo falta que se empiece a gestionar y para ello no solo basta con sentarse en una mesa. Que nadie olvide que no hay mayoría absoluta del Partido Popular. Y todo se negocia. Todo. Y si no, que le pregunten a Rafael Hernando.
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