Los periodistas nos vamos a pasar 2017 en los Juzgados. Por fortuna, los encausados no vamos a ser nosotros, sino los políticos.
La temporada se abrirá el próximo día 16, con la declaración de Luis Bárcenas, en una segunda tanda del juicio por el caso Gürtel, asunto que podía dar en la cárcel hasta con Iñaki Urdangarín. ¡Quien lo habría dicho hace solo unos años! Ahora, en cambio, todo el mundo sabe que quien más ha hecho contra la monarquía en este país es el marido de la infanta Cristina, con sus actividades delictivas y estúpidas.
Los políticos que pasarán por los tribunales no son, sin embargo, de un único signo. Este año, además de ex altos cargos del PP, se sentarán en el banquillo los expresidentes andaluces socialistas José Antonio Griñán y Manuel Chaves, pero antes lo hará también su homólogo catalán Artur Mas y unos meses más tarde, con toda probabilidad, le tocará su turno a la presidenta del Parlament, Carme Martorell, ambos por sus reiterados desplantes ante los autos del Tribunal Constitucional sobre el proceso secesionista de Cataluña.
Como ven, los tribunales no dan abasto. Antes, nos quejábamos de la impunidad de los políticos; ahora, en cambio, con tanto político en los Juzgados, a quienes no queda tiempo de hacer justicia es a los simples ciudadanos.
Pero está muy bien, con todo: resulta que nuestras cárceles ya no las pueblan tan solo modestos ciudadanos de a pie, sino que empiezan a llenarse de ex ministros, dirigentes autonómicos y altos empresarios, como Gerardo Díaz Ferrán.
Por si alguien antes creía que en este país no había justicia, esto, al fin, comienza a funcionar.
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