Trinidad Cabeo presume de los cruceros que han visitado su puerto

Está muy bien que lo haga. Una alegría de vez en cuando no le viene mal a la presidenta de la Autoridad Portuaria. Pero estará conmigo que en las cuestiones más próximas a los vecinos, más cercanas a los intereses de los almerienses no está teniendo la misma suerte la señora Cabeo. Las “pantallas atrapapolvos” puestas en marcha hace unas semanas para tranquilidad y alegría de los vecinos se han demostrado en estos días que no han servido para nada. ¡Vaya fiasco! Lo siento doña Trinidad, será usted capaz de llevar al puerto de Almería al olimpo, pero no de solucionar un problema que afecta a la salud y la convivencia de los vecinos del puerto, sus vecinos, señora presidenta. Doña Anabel Rodríguez Crespo, ¿la conoce? Acaba de comunicar a la opinión pública lo siguiente: “Creo que las pantallas (atrapapolvos) hacen bien poco. En los últimos días el polvo tóxico sigue entrando en nuestras casas, en nuestros pulmones, invadiendo nuestra salud física y mental. Qué falta de empatía por parte de la Autoridad Portuaria. Aburrida y sin solución aparente”. La falta de empatía supongo que va dedicada a usted. Lo de aburrida es de imaginar que también.
Bien con los cruceros; mal, muy mal con lo que más tendría que preocuparle: Los almerienses que viven en el entorno del puerto y que vienen soportando los polvos tóxicos dentro de sus casas y de sus pulmones desde hace décadas y no han sido capaces, ni usted ni los anteriores responsables, de solucionar el problema. Comprenderá que cuando se levantan voces desde el puerto y otros centros de poder de Almería sobre que tiene que entrar el tren en el puerto los ciudadanos de algunas zonas de la capital se echen a temblar, pues saben que tras el tren llegan los polvos rojos del mineral de hierro. Habrá seguridad en el trasporte, nos venden con toda la cara, ¿la misma seguridad que ofrecen las “pantallas atrapapolvos” y que nos recuerda en estos días doña Anabel?
Los vecinos del puerto ya no saben qué hacer. Dice doña Anabel que los vecinos están aburridos, cansados y sin muchas esperanzas de que se solucione el problema. Demasiados años esperando y la salida de las pantallas sólo ha sido una pérdida de tiempo más. ¿Cuántas más les quedan a los vecinos, se pregunta uno? ¿Qué próximo invento se va a sacar de la manga la presidenta Cabeo? Lo esperamos.