¿Es posible que se esté tambaleando el rey del campo almeriense?

La CASI de La Cañada, la mayor cooperativa de tomate de Almería, ha anunciado que abrirá almacén en el Poniente, en una apertura de la empresa hacia otros productos agrícolas. La noticia no tendría por qué ser tomada como una alarma que se enciende en el campo almeriense, pero así lo ven algunas fuentes del sector agrícola. Es innegable que si algún producto tiene la máxima competencia desde otras zonas a la hora de su importación éste es el tomate. Marruecos, muy especialmente, está siendo el gran competidor del almeríense, y eso se nota en los precios de este fruto, que no ha dado ni una satisfacción en los últimos años a los agricultores. Más bien al contrario, alguna ruina ha costado y más de un invernadero se ha llevado por delante. Si nada menos que la Casi busca nuevas especialidades con las que estar en los mercados, es el síndrome claro de que el rey se nos puede estar tambaleando, que el tomate está dejando de ser el gran atractivo de la cooperativa y que hay que diversificar la oferta. La postura de la CASI parece coherente y buscar salidas de cara al futuro es oportuno, por la empresa en sí misma y por los cooperativistas. Lo que no podemos hacer con los agricultores del tomate es algo que ya se hizo con los de la uva hace unas décadas. Se les dio dinero para que quitaran las parras ¿se acuerdan? sin darles alternativa a plantar y los salaos llenaron muchas hectáreas del medio y alto Andarax, y con los salaos la despoblación de los pueblos más pequeños de la zona. No volvamos a llevar a los agricultores a esa trampa, no esperemos al último minuto, que es lo que habitualmente hacen nuestros políticos con los problemas que se presentan.
Las fuentes agrícolas consultadas pueden o no tener razón, pero los hechos, tozudos ellos con los precios y la competencia del tomate, nos hacen pensar que puede haber algo de verdad en la preocupación que se trasluce y que el rey de Almería se puede estar tambaleando en los invernaderos. Sería interesante que voces autorizadas (que las hay en Almería) se dejaran oír lo más urgente posible ante la situación que se está viviendo con el tomate bajo plástico desde hace más de un lustro, y trasladaran al preocupado sector agrícola, especialmente de la capital y Níjar, sus opiniones. Mejor que lo hagan mientras se tambalea, después será peor.