El viraje de Ciudadanos

Fermín Bocos
01:00 • 07 feb. 2017

Al proclamarse seguidores de las doctrinas liberales, el partido político Ciudadanos rompe con la línea ideológica que le había procurado apoyos entre electores de centro derecha y de centro izquierda. Liberal es la receta económica que defiende la reforma laboral del PP que ha propiciada el despido de miles de trabajadores con retribuciones demediadas respecto de lo que venía siendo norma en España antes de la entrada en vigor de la mencionada ley-tijera. Al reivindicarse liberales en materia de política económica se alinean con la línea dura del Partido Popular dándoles la razón a quienes tildaban al partido que dirige Albert Rivera como la "marca blanca" del partido de Rajoy.
Al proclamarse liberales hacen suya la doctrina que llevó a rescatar las cajas de ahorro quebradas (por obra de la pésima y en algunas casos delictiva gestión de sus responsables), al tiempo que les empujó a votar con el PP en el Congreso en contra de la implantación de una prestación de 426 euros para las familias sin recursos (alrededor de millón y medio) que no perciben ningún otro tipo de ayuda del Estado. Dicha iniciativa legislativa popular promovida por 700.000 firmas, impulsada por CC.OO y UGT y llevada al Pleno del Congreso por el PSOE fue aprobada por los demás partidos.
Visto el desarrollo de la Asamblea de Ciudadanos en la que la lista de Rivera ha sido canonizada, es fácil avizorar que en el giro ideológico que asume el ideario del partido la figura de Luis Garicano adquiere un relieve definitivo. Este economista liberal de quien en su día se publico que había sido "tentado" para colaborar con el PP pasa por tener buenas relaciones con algunos de los tecnócratas del equipo que preside el ministro de Economía Luis de Guindos. Rivera habla del 2019 como fecha y horizonte para coronar la ambición de ser un partido de gobierno. En la actualidad ya lo es en el ámbito autonómico y municipal con acuerdos a dos bandos unas veces con el PP (Madrid) otras con el PSOE (Andalucía).
Tras el giro a la derecha -esa es la ubicación del liberalismo en política- es probable que se haya cerrado unas cuantas puertas. Cerrado puertas y alejado apoyos. Entre el original (el PP) y la copia (Ciudadanos) no sería de extrañar que el viraje de Rivera haya hipotecado su futuro político y el de su partido.







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