Uno de los históricos del sindicalismo lo abandona. Indagando en mentideros sindicalistas por el congreso a celebrar en esta primavera, y que tiene a Antonio Valdivieso como el más claro aspirante, nos hemos enterado de que este cordobés afincado en Almería deja a primeros de abril la militancia activa en Comisiones Obreras, sindicato en que ha pasado más de cincuenta años. Estoy cansado, me dice, de un sindicato que parece dormido ante la causa de los trabajadores, más preocupado por plataformas de trenes que por la situación que están viviendo los hombres y mujeres, trabajadores de nuestro país. No es bueno que los viejos militantes sindicalistas se vayan cansados, aburridos de lo que ha sido su vida en los últimos cincuenta años. Y no es bueno porque ellos han formado parte de todo lo bueno y lo malo que ha supuesto el sindicalismo en Almería. José Antonio del Rosal Salamanca nos podía contar largas historias de trabajadores y de empresas con los que él ha convivido en los últimos años. ¡Ese mármol, José Antonio! Ahora lo importante para el sindicalismo son las mesas, o eso parece. Comisiones aparece más en los medios de comunicación por el trabajo de José Carlos Tejada en la Mesa del Tren que por su actividad sindical con y por los trabajadores. No es malo que tengan ese protagonismo en la mesa, lo peor es que no lo tengan en los tajos donde está de verdad el trabajo sindical.
El problema es que a lo largo de estos últimos años han sido muchos los José Antonio que han dejado el sindicalismo militante. Pero ellos no fueron noticia. No eran tan conocidos como del Rosal y no tuvieron su minuto de gloria en el papel impreso, pero se fueron posiblemente tan hartos y aburridos como él abandona Comisiones Obreras. Cansados de que el sindicato dejara de defenderlos ante los problemas con su empresa. Sindicatos que parece que sólo existen para los funcionarios, y que poco o nada luchan por los trabajadores de la empresa privada.
¿Qué futuro tiene por delante Comisiones Obreras? Quién lo puede saber. Hay que pensar que el que quiera su nuevo secretario general, pero es evidente que se deben esperar más de un cambio. Se está cerrando el ciclo Juan Pallarés, y se abre el de un nuevo secretario general, Antonio Valdivieso es el elegido. ¿Y José Carlos Tejada? Que siga subido en el tren.
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