La zafiedad de Dijsselbloem

Si Jeroen Dijsselbloem tuviera un ápice de vergüenza a estas horas ya habría presentado su dimisión como presidente del Eurogrupo.
Sus declaraciones a un periódico alemán afirmando que los países del norte han sido solidarios con los del sur durante la crisis pero que los países del sur se han gastado el dinero en alcohol y mujeres, han provocado la indignación de buena parte de la Eurocámara, incluidas las filas del grupo socialista de las que Dijsselbloem forma parte.
Desconozco si hay alguna manera de relevar de su puesto a un tipo de esta calaña pero en cualquier caso la Eurocámara y el Eurogrupo deberían de pedirle formalmente que se vaya.
Jeroen Dijssenbloem pertenece al partido socialista holandés que acaba de sufrir un fortísimo revés en las recientes elecciones. Durante su mandato al frente del Eurogrupo se ha destacado por su inquina a Grecia, país para el que ha defendido medidas económicas draconianas sin importarle las consecuencias de estas medidas sobre los ciudadanos griegos.
Dijssenbloem es todo lo contrario de lo que uno espera de un socialista. Es manifiesta su falta de sensibilidad para los más débiles, para los que más han sufrido las consecuencias de la crisis.
Su soberbia y zafiedad han vuelto a aflorar en estas declaraciones en las que caricaturiza a los países del sur acusando de gastar dinero en alcohol y mujeres. Además de zafio es ignorante y desde luego indigno de ocupar un cargo de la responsabilidad que supone ser el Jefe del Eurogrupo.
Así que es de esperar que los responsables de la Unión Europea no dejen pasar ni un día más sin tomar cartas en el asunto sobre todo habiendo dejado claro el tal Dijssenbloem que no tiene intención de excusarse y que esta encantado de haber insultado a los países del sur (léase España, Italia, Grecia, Portugal).
Un tipo como Dijsselbloem no puede ser un dirigente de la Unión Europea porque simple y llanamente no es digno de representar a los ciudadanos europeos.