Moción de censura

Lo que pueda pasar en Murcia con la moción de censura presentada por el PSOE contra el presidente Pedro Antonio Sánchez (PP) tiene un recorrido político que trasciende del ámbito regional. El PSOE le ha madrugado la iniciativa a Ciudadanos, aportando una evidencia, una más, acerca de la ambigüedad en la que se mueven los seguidores de Albert Rivera. Pero lo importante aquí es ver sí estamos asistiendo a un ensayo de lo que puede ocurrir en el Congreso así que el Partido Socialista culmine su traumático proceso de elecciones primarias.
Si fuera Pedro Sánchez el nuevo secretario general -posibilidad no descartable- no tardaríamos en oír hablar de posibles alianzas con Podemos. El propio Pablo Iglesias daba pábulo a esa posibilidad en el transcurso de una entrevista en Onda Cero.
Por cuenta del Gobierno la clave para conjurar tan híspido escenario pasa por acelerar las negociaciones para encontrar socios con los que aprobar los Presupuestos. Con la actual aritmética parlamentaria sería posible. Por los pelos, pero posible. Mariano Rajoy cuenta con el apoyo de Ciudadanos (32), parece que está redondeando el acuerdo con el PNV (5), tiene atado el voto de la diputada Ana Oramas (Coalición Canaria) y corteja el voto de otro diputado canario, el doctor Pedro Quevedo (Nueva Canarias).
Si los Presupuestos salen adelante en el Congreso se despejaría mucha incertidumbre quedando conjugada la posibilidad de una maniobra de las izquierdas de la Cámara orientada a plantear una moción de censura. Teniendo en cuenta que dicho procedimiento exige presentar un programa de Gobierno alternativo y un candidato a la Presidencia, la izquierda, dada su fragmentación, tendría muchas dificultades para ponerse de acuerdo aunque el común rechazo a Rajoy podría actuar de catalizador.
No digo que estemos abocados a ese escenario porque como quedó dicho los acuerdos a cuatro bandas para aprobar los Presupuestos parece que están muy avanzados. Aún así, ya se sabe que en España nunca nada es del todo lo que parece. Ahí está el caso de Murcia. Hace un par de meses nadie pensaba en una moción de censura contra el investigado presidente de la región. Pero llegó.