Almería, ciudad para invertir

El anuncio de la implantación de la firma Ikea en nuestra capital viene a confirmar lo que algunos llevamos diciendo mucho tiempo: Almería es una ciudad atractiva para los inversores, lo que nos abre un horizonte esperanzador porque ello es sinónimo de empleo y prosperidad para los almerienses. 
Mientras en las inmediaciones de Torrecárdenas el grupo sevillano Bogaris construye un parque comercial de 150.000 metros cuadrados que estará listo para 2019 y generará unos 3.000 empleos directos e indirectos, se conocía esta semana el interés del gigante sueco por establecer uno de sus característicos centros en la zona norte de la ciudad. Alrededor de 65 millones de euros de inversión y ochocientos empleos para principios de 2020. Ahí es nada.
Ambos son dos ejemplos de la relevancia de la capital en el mapa comercial de las grandes firmas nacionales y europeas, a lo que no es ajena, sin duda, la pujanza de esta tierra y la receptividad que han encontrado en el Ayuntamiento. Ya lo ha dicho nuestro alcalde, Ramón Fernández-Pacheco, la institución municipal siempre será un socio colaborador de quien quiera invertir, crear puestos de trabajo y generar riqueza en nuestra ciudad.
Centros comerciales de esta envergadura crean dinamismo económico porque estimulan las ventas y ejercen de locomotoras para la implantación de nuevos negocios en sus alrededores, además de suponer un aliciente para el sector productivo local y un polo de atracción para miles de ciudadanos de la provincia, pero también de provincias limítrofes que vendrán a comprar y a consumir a Almería.
Y en este decidido interés por ganar capitalidad, el Ayuntamiento quiere ser una administración colaboradora con quien apuesta por la ciudad. Porque lo que es bueno para Almería, lo es también para los almerienses, aunque a la bancada socialista las buenas noticias les pongan de los nervios. Pues Tranquimazín.