¿Los vagones adaptados es todo lo que le pedíamos al Talgo?

Me quedo de piedra. Y encima lo recibimos con charangas, diputados del Pp en mangas de camisa y almerienses cantando y aplaudiendo. ¡Ha llegado la feria! No vimos a don Ramón Fernández Pacheco (el señor alcalde), tampoco vimos al señor Amat, don Gabriel, en este caso evidente, no estábamos en Roquetas, pero podía haber acudido su vice, don Javier Aureliano, tampoco atisbamos su presencia en el acto. 
Dejaron solo en la foto al señor Matarí y en mangas de camisa. No tengo nada contra de las mangas de camisa de don Juan José, estamos viviendo un verano de tal calor (44 y con muy alta humedad) que nos parecen oportunas las camisas y sus mangas cortas o arremangadas. ¡Un vagón, sólo nos llega un vagón nuevo y adaptado y casi tiramos la casa por la ventana, el día que nos llegue el AVE en el año dos mil veintitrés, las campanas de los cientos dos pueblos de la provincia, unidas a las de la capital, serán lanzadas a los cielos y marcaremos el año como el de Tejada! 
En la historia del Ave estoy más cerca de don Felipe López, consejero de Fomento y de carriles bici de la Junta, y no creo que en el veintitrés veamos aparecer el morro de ese caballo de hierro por Almería, por mucho que nos diga el señor de la Serna, así lo hizo en su pasada visita a la capital, que se cumplen los plazos. Fiarse de los plazos de los políticos es como creer a pies juntillos que el número que has comprado va a salir premiado. ¡Hombres de buena y santa fe!
Según la noticia que nos ha llegado, el vagón adaptado ofrece la posibilidad de viajar a dos personas con sillas de ruedas eléctricas. ¿Y si quieren viajar tres? ¡Ya está usted dando por saquillo! Pues si quieren viajar tres personas con sillas eléctricas se pondrá otro vagón. ¿Y cuánto tardaran en ponerlo? Siga, usted siga machacando. No se trata de machacar, no se me ponga así que estamos en verano, hace mucho calor y le puede dar un sofoco, pero el vagón adaptado que nos acaba de llegar, reconózcalo, ha costado una ‘pila’ de años, y no hablamos de la ‘pila’ de Almería, que son sólo tres, han sido muchas ‘pilas’ de años. Viejo se nos hace el tercer viajero si tiene que esperar la llegada de un segundo vagón.
¿Y de la duración del tiempo del viaje no tienen nada que decirnos los señores de Renfe y del gobierno? Por ahora no tienen nada que decir. Todo se andará.