Cuando el Universo conspira

Teniendo en cuenta que la población del mundo supera en estos momentos los siete mil millones de habitantes, es comprensible que las personas busquen algún tipo de apoyo emocional que les ayude a sentirse especiales y únicos.  Y más aún si pensamos que, según el Population Reference Bureau de Washington, esa cifra supone poco más del 6% de los humanos que ha pasado por este mundo desde la aparición del Homo Sapiens. Esa es -una idea personal que comparto con ustedes- una de las razones del éxito de esa filosofía de sobrecillo y cortado con la que desayunan miles de criaturas cada mañana, o al menos es lo que parece cuando a primera hora las redes sociales se nos llenan de reflexivos primeros planos de frases impresas en los envoltorios del azúcar. Quizás sea el brasileño Paulo Coelho el que parta la pana entre los degustadores de lemas bonitos. Y es precisamente del filósofo carioca la frase que me viene martilleando la cabeza desde que sonó el último pepinazo de la traca final de Feria: “Cuando quieres realmente una cosa, todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirla.” Es bien sabido que en Almería el final de la Feria marca un cambio de ciclo mental que nos anuncia, con independencia del calor que haga, la inminencia de la Navidad. Así somos nosotros: en cuanto suena el último petardo de la traca empezamos a buscar rebequillas por si refresca. Pero vuelvo a Coelho y a sus dulces dosis de autoestima, porque ha sido terminar la Feria y encapotarse el cielo para dejar caer lo más grande. Bueno, pues seguro que hay quien interpreta esta lluvia como una prueba irrefutable de esa conspiración universal que favorece el deseo de cumplir con la tradición almeriense de comenzar a ambientar el invierno en pleno verano. Y bueno, yo sólo espero ya una frase  de Coelho para explicar lo de comer migas cuando llueve. Eso sí que es una filosofía de vida.