Entre el secesionismo y el terrorismo

Marta Bosquet
22:49 • 30 ago. 2017

Se está produciendo una flagrante vulneración del marco normativo estatal, de la integridad física de nuestro país llamado España, de nuestras instituciones y del propio sentimiento de muchos, pero curiosamente eso parece no preocupar en exceso a los españoles y ni que decir a los que estamos en esta esquinita, con nuestro múltiples problemas: agua, Ave, infraestructuras, paro…(por nombrar algunos). Los problemas de secesionismo, terrorismos y otros “ismos”, quedan lejos cuando bastante tenemos por dar a conocer nuestros problemas, que se oigan y más aún que se solucionen. Pero los almerienses, allende de nuestro propios problemas, no podemos vivir de espaldas a España ni al mundo, ni a las amenazas que pesan sobre ambos, por ello permítanme que hoy dedique mi columna de opinión a esta cuestión.
Es cierto que resulta ya tremendamente manido el problema catalán, que apenas el 1,2% de la población española lo ve como uno de los grandes problemas del país, pero sin embargo copa portadas, titulares y conversaciones de bares. Y esa desafección entre ambos hechos obedece, ni más ni menos, al hartazgo de los españoles por dicha cuestión.
Muchos años lleva ya en la agenda política y pocas soluciones se han llevado al respecto. Incluso los españoles sentimos cierta sensación de impunidad hacia los que quieren romper España. La misma impunidad que con los defraudadores que se vieron beneficiados con la amnistía fiscal del Sr. Rajoy y su ideólogo, el Sr. Montoro. Sensación de que “aquí quien la hace no la paga”; una amnistía anulada recientemente por el Tribunal Constitucional, pero que en su día fue diseñada para beneficio de algunos como Rato, Bárcenas, Granados y los Pujol, entre otros…
Mucho tiene que ver esta última “familia”, (dicho con todas las connotaciones y timbre italiano que pudiera darse al término) con el secesionismo, pues por tapar tanta corrupción en Cataluña y los múltiples problemas de sanidad, educación y servicios sociales (tantos como podemos tener en Andalucia) se emplearon (junto con Arthur Mas, sus socios de ERC y los radicales de la CUP), en aparentar que en Cataluña no hay más problema que la independencia…y en ello están. Y esto nos afecta a todos, porque ese afán de independencia, en cierta manera, puede ser, sin querer, cuna para el yihadismo en Cataluña. 
En España, según los datos del Servicio de Inteligencia, más de la mitad de los centros de culto islámico vinculados al salafismo que existen España, están ubicados en Cataluña y la gran mayoría de musulmanes que residen en territorio español, lo hacen en Cataluña (sí, no todos están en Al-andalus).
 Esa proliferación de la inmigración musulmana, durante esta última década, se ha visto auspiciada por el interés político independentista como freno frente a la inmigración hispanoamericana y en consecuencia de habla hispana. Para un independentista, todo lo que huele a España sobra, huelga, resta. Preferible fomentar otro tipo de inmigración, que estén también en contra de todo lo que sea España. Sin embargo, en la manifestación del pasado Sábado en Barcelona, donde lo que se supone se revindicaba era simplemente Paz y no al terror, se ondeaban banderas separatistas y pancartas con críticas a la Corona, símbolo de que España es una e indivisible, con todas las autonomías de las nacionalidades y regiones que la integran…..¡cuánta necedad de solo unos pocos, eso sí, bien diseñada¡. 
No hay peor ciego que el que no quiere ver y para los separatistas, dicha ceguera sobrevenida les viene muy bien para sus fines.


 







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