La feria de Almería y sus casetas desde los ya lejanos años sesenta

La caseta del botijo o la de la peña el Taranto fueron de las primeras, puede que me olvide alguna, han pasado muchos años, que se abrieron en la feria de la ciudad. Desde aquellos lejanos han sido muchos los colectivos, empresas, asociaciones y grupos que se han unido en el entorno de las fiestas de agosto. Tuvo su momento álgido con más de treinta casetas de todos los colores y movimientos. La feria ha ido perdiendo interés por la noche y no creo que se le pueda echar la culpa al ciudadano. No hemos sido nosotros los que hemos ido cambiando el lugar de la cita, no hemos sido los ciudadanos los que hemos puesto el lunes de resaca dependiendo de nuestra ideología. La feria la hacemos y la disfrutamos nosotros, pero nos la organizan unos señores desde el ayuntamiento, y hay que reconocer, y desde aquí lo venimos recogiendo en los últimos años que con poca ventura, por no decir ninguna. No le podemos colgar al nieto de Monterreal la agonía de la feria de la noche, ésta viene ocurriendo desde hace algunos años y entonces él no era alcalde, pero sí le podemos decir que ha caído en los mismos errores que Luis Rogelio durante los muchos años que estuvo en la alcaldía viendo cómo se moría la feria de la noche, y que él no se ha atrevido o no ha tenido bemoles para darle un cambio al rumbo que llevaba. Cuando las empresas empiezan a apostar por la del mediodía, y las fotos de la prensa lo demuestran claramente desde hace años, desde el ayuntamiento se ha limitado en todo lo posible la del día, por la defensa de la del recinto de noche que está llamada, se pongan como se ponga a un paulatino cierre en lo que a casetas se refiere. No lo quieren reconocer, no lo van a reconocer, son así y no quieren dar su brazo a torcer.
Las fiestas organizadas al mediodía por empresas del sector hostelero, con un precio tasado, este año era de unos cuarenta euros con todo incluido, viene con ánimos de cerrar definitivamente las casetas de la noche. Si Csif, Psoe e Iu, decidieran montar sus casetas en la feria del mediodía, ya me dirán ustedes lo que quedaba para la noche. No se trata de seguir cerrados a la puñetera realidad que quiere el ciudadano, el recinto nocturno se nos queda como calle del infierno y poco más. La feria tiene que volver a la ciudad y usted, señor alcalde, ser el valiente de traerla.