Menudo follón el que han organizado los "avales" en el Psoe

Se dice en política que las armas democráticas están para ser usadas. Y eso es lo que hace el Psoe en Almería. Ya les decía yo que este septiembre, y hasta el veintiuno de octubre, íbamos a estar divertidos con las historias internas del Partido Socialista. Aunque tengo que reconocerles una cosa, prefiero un partido con vida interna, con discusión, con posturas a defender, a esos otros donde no parece que se mueva nada, donde los militantes son pasmarotes y todo se hace a la búlgara. Me quedo con el modelo donde se pueda hablar y discutir, enfrentar y defender posturas, votaciones al cielo abiertas y a quien los santos militantes se lo den, los votantes se lo bendigan. Nunca esta parte final se puede asegurar, y ahí empiezan los problemas de los dirigentes. No siempre lo que quieren y votan los militantes es lo que desean y apoyan en las elecciones los votantes. Y entonces llegan las madres mías. ¿Es legal que el comité provincial de Almería le pida a los participantes en el congresillo que voten si exige el 20% de los avales para la candidatura a secretario provincial? Es legal y ganaron la democrática votación. ¿O no fue democrática? Lo que entonces nos llevaría a un planteamiento distinto. Es lógico que desde el sector pedrista se ponga el grito en el cielo, pero si en esta ocasión, y parece que por última vez, lo puede hacer la ejecutiva, sólo queda aquello de: ajos y agua.
Y ahora a por los avales. ¿Cuál es el problema? Que si el candidato pedrista no consigue ese veinte por ciento de avales para presentarse a la secretaría provincial le estará mandando un mensaje al jefe de los madriles de que él no es el candidato idóneo. Y eso pone nervioso a cualquiera. Y se entiende. Por lo pronto tendrían que reconocer que el primer error de la candidatura es la crítica a ese veinte por cien, demuestran con ello la jindama que tienen, y no es bueno dar esa imagen. Salir de perdedores, dar esa imagen de miedo o canguelo a la militancia que te tiene que avalar te acerca más al fracaso que a la victoria. Pero en política dos más dos casi nunca son cuatro. Y si no que se lo pregunten a Podemos e Izquierda Unida. Habrá que esperar.
Y ahora a por los avales. Y son tres a conseguir cada uno más de mil. ¿Quién se quedará colgado? Se aceptan apuestas.