Los dirigentes miran a la grada mientras que el equipo se hunde

Miguel del Pino
23:22 • 23 abr. 2018

Con argumentos más que suficientes después de acumular más de cincuenta años asistiendo de forma ininterrumpida a los partidos del equipo representativo de Almería, puedo asegurar que la afición almeriense es de las que más le ha tocado sufrir a lo largo de la historia. Es absolutamente cierto e incuestionable que Alfonso García Gabarrón ha sido el dirigente que ha escrito las mejores páginas de la historia de nuestro fútbol, pero no es menos cierto que desde hace más de cuatro años el club está inmerso en una galopante crisis deportiva que hoy, más que nunca, está cerca, muy cerca de llevarlo al infierno.


En los años sesenta y setenta la sucesión de descalabros de nuestro equipo, eran acompañados de monumentales broncas a dirigentes y profesionales. La Navidad y sus villancicos tuvieron letras propias en el Estadio de la Falange primero y en el Franco Navarro después.


Con el equipo como actualmente, en el fondo de la clasificación tras ocho jornadas sin ganar, le dedicaban este canto invernal: ‘En el Estadio de la Falange, ha nacido una amapola con un letrero que dice el Almería está en la cola’. Y en el estribillo, apretaban: ‘Pierden y pierden y vuelven a perder, los socios se cabrean y rompen el carnet’.



Hoy no hay socios, sino sufridos abonados a los que se les está sometiendo a un calvario infernal. A ellos, que son los únicos que no son culpables se les pide ahora que resuelvan el problema, cuando los partidos se ganan en el campo y no en la grada.

Morcillo reconoció en Zaragoza que el equipo está “tocado anímicamente”. Es evidente que tiene la moral por los suelos y espíritu de perdedores. Dudo que el capitán haya dicho que este año estamos mejor que el pasado en la clasificación, cuando actualmente tenemos 3 puntos menos.



El presidente echa balones fuera indicando que “no somos peores que ocho o diez equipos”. Pues me lo parece.


Y de manera reiterada se intenta tapar la mala gestión hablando del tope salarial, ocultando que en Segunda hay 13 equipos con tope salarial más bajo que el del Almería. Entre ellos Valladolid, Cádiz, Numancia, Huesca o Zaragoza.



Los responsables miran a la grada pidiendo el apoyo de la afición en lugar de buscar soluciones como suplir las bajas de larga duración o buscar un revulsivo. Ese sería el camino.



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