La convocatoria de elecciones en Andalucía se ha convertido en un claro ejercicio del cinismo populista que alimenta el voto más distraído de la memoria -la auténtica- con un embeleco que se extiende y se recicla por espacio de decenios. No hay nada más ofensivo que la firme determinación dialéctica de una mentira convertida en mantra electoral. A cualquier rancia promesa que se incumple sistemáticamente se le antepone la partícula “prioridad” y queda actualizada como novedad providencialista que surte del generoso manantial de “compromisos irrenunciables” que manan de la cornucopia andaluza.
Otra de las cualidades que afloran en la convocatoria electoral es la autosuficiencia. La Junta va de sobrada y lo demuestra con sus decisiones y actuaciones que pasan por encima de ayuntamientos, diputaciones y otras administraciones de menor cuantía; y así era de esperar cuando acabamos de conocer la determinación de Susana Díaz para acometer las obras del presunto Hospital de Roquetas de Mar… sin tiempo, sin presupuesto y al azaroso resultado electoral.
En su día, el alcalde de Roquetas, Gabriel Amat, conocedor de las necesidades de su municipio y entorno próximo (Vícar, Enix, Felix…) para una dotarlo de una digna atención sanitaria, lanzó un inteligente envite a la Junta, afrontando el Ayuntamiento los gastos de la infraestructura sanitaria aportando el solar y la obra civil, y dejando para la Junta de Andalucía la dotación humana y material del pretendido hospital. Bien es cierto que todo lo anterior, obra civil, dotaciones y mantenimiento son responsabilidades exclusivas de la Junta, pero por acelerar un servicio esencial para una población de 250 000 habitantes, Amat puso “contra la pared” a la Junta con una oferta difícil de rechazar. Al final el Ejecutivo andaluz dio por bueno el acuerdo de colaboración institucional Ayuntamiento-Junta de Andalucía… hasta que llegan las elecciones autonómicas y el PSOE rechaza la propuesta del Ayuntamiento gobernado por un alcalde del PP, y le dice que ya no es necesaria la colaboración municipal, la Junta del PSOE de Sevilla ya se basta por sí ¡hasta ahí podíamos llegar con los faroles!
La oposición, especialmente el PSOE de Roquetas, ha sido el más palmero -lo digo a riesgo de granjearme el calificativo de imbécil- con la, ahora sí, plausible decisión de la Junta al rechazar la participación dimanante del alcalde de Roquetas.
El PSOE de Roquetas ve acertadísima la decisión de Susana al hacer frente en solitario a los 32 millones de euros que cuesta el Hospital de Roquetas: “Un ayuntamiento no está para suplantar las competencias de la Junta (…) el Ayuntamiento de Roquetas ha de cubrir otras necesidades de los vecinos que sí son de su competencia”. Cojonudo, me parece muy bien. Ahora hagamos lo mismo con el convenio ¡maldita sea la hora! Entre la Junta y el Ayuntamiento de Almería para la rehabilitación de la Casa Consistorial y Plaza Vieja. Recordemos que esta iniciativa nació del Programa Autonómico de Rehabilitación de Casas Consistoriales de Ciudades de Andalucía; programa que se realizó con normalidad en otras ciudades menos en Almería donde hemos afrontado el adelanto del dinero por el Ayuntamiento capitalino y las penosas dilaciones de las fases y subfases, así como un proyecto técnico nefasto y chapucero por parte de la Junta. Espero que la oposición del PSOE en la capital sea consecuente y secunde a sus homólogos de Roquetas y liberen al Ayuntamiento de la capital de la aportación económica para la supresión del paso a nivel de El Puche: Un ayuntamiento tampoco está para diseñar el trazado de unidades ferroviarias de competencia estatal o autonómica, ¿verdad qué no?
El mismo día que Susana Díaz presentó el adelanto de elecciones presentó las “prioridades” como el Hospital de Roquetas y la “prioridad” de la autovía del Almanzora. La verdad es que hay que tener cuajo para enunciar como “logros prioritarios irrenunciables” un hospital que nace de una contumaz demanda y sagaz envite de Gabriel Amat… y una autovía que se va a meter ya en su ¡DÉCIMA LEGISLATURA! Así como suena, Susana Díaz también es “Diez”. Diez legislaturas va a soportar una infraestructura que era “prioritaria para el desarrollo socioeconómico de la comarca del Almanzora, motor dinamizador de la industria del mármol y generador de la economía provincial junto a la agricultura y el turismo”. Nos vamos a meter en el año 34 de una mal llamada autovía “redia del Almanzora” que, precisamente ahora a cinco minutos de las elecciones, acaba de resucitar tras tres años de obra plantada sin que se dé razón o argumento alguno de esta enésima paralización de otra de las “irrenunciables prioridades” con las que la junta regala a la provincia de Almería.
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