Asaja le puso sobre la mesa al subdelegado los problemas del campo

Juan Torrijos
07:00 • 22 oct. 2018

Todos los años, cada campaña, viene siendo los mismos desde hace unas cuantas décadas: Agua, Agua, Agua. Robos, Robos, Robos. La fiscalidad surgió años después y en el último lustro la situación laboral. Qué viene recibiendo el campo almeriense desde entonces: Palabras, Palabras, Palabras. ¿Soluciones? Por ahora más palabras y a medias, soluciones a medias, algún otro compromiso, que se espera llegue algún día y todas las promesas, cada día una promesa. No hay día que no aparezca en la prensa una promesa, una ayuda, un convenio por parte del consejero almeriense de agricultura. Se le llena la boca de millones a invertir en los invernaderos en el campo, ya se verá cuando se pagan. Y pasan los años sin que lleguen los dineros. ¿Agua?, ni un litro que no estuviera ya comprometido hace años. La autovía del agua viene siendo una exigencia del campo almeriense desde hace años, no parece que estén por la labor. Lo que me hace gracia es que Asaja le pida al PSOE un plan nacional de agua y regadíos para toda España, debe ser que no se acuerdan de que fue el PSOE, con Zapatero a la cabeza y por culpa del nacionalismo catalán, el que desbordó el Plan Hidrológico Nacional. Seguiremos llorando en Almería por el agua. Cuando venía Franco de visita en los años cincuenta, nuestras carreteras se llenaban con dos palabras: ¡Más agua! Sesenta años después seguimos en las mismas. ¡De vergüenza! Entonces era una dictadura, no se podía levantar la voz, pero desde hace cuarenta años les pagamos un buen sueldo a cientos, a miles de políticos para que solucionen problemas como éste, se lo decimos cientos, miles de veces y como si “oyeran llover”. ¿En manos de quién estamos? Y llegamos a los robos. Somos una provincia segura, dicen desde los cuarteles, pero no es la opinión del campo. Asaja lo acaba de poner en solfa, es el segundo problema con el que se enfrenta el agricultor. Para muchos es el primero, para aquellos que no tienen problemas de agua, y los hay, el robo en sus fincas e invernaderos se convierte en el gran drama. Y no hay seguro que se haga cargo de los robos en invernaderos y cortijos.  Hacen falta agentes de seguridad para la situación dramática que se viven en las pateras, dicen desde los cuarteles que unos sesenta, pero para el campo nadie dice nada, el silencio es absoluto. 






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