Seamos serios: a usted no le interesa el periódico de hoy. Usted, el que de verdad quiere leer es el de mañana lunes. Lamentablemente, por muy relativo que sea el tiempo, no podremos leer hasta dentro de unas horas esa portada, que se está horneando -voto a voto- en miles de urnas repartidas por toda Andalucía. Así que el hecho inamovible es que estamos en jornada electoral, lo cual encorseta un poco el sentido de estas líneas, en las que debo mostrar un escrupuloso respeto a la Junta (electoral) y no escribir nada que pueda ser susceptible de interpretación orientativa.
Por lo tanto, les invito a seguirme en un ejercicio de reflexión sobre la actualidad almeriense que, en el futuro, podrá ser abordado con el pertinente aliño político-administrativo. Hablemos de las terrazas y de la polémica que amenaza con sonar esta Navidad aún más que los cascabeles del trineo de ese señor mayor que escala por las ventanas de las viviendas menos acomplejadas.
Hablar de terrazas y vecinos viene a ser, en términos de prudencia, tan conveniente como celebrar un encuentro de pirómanos en una gasolinera o un concurso de claqué en la minada frontera de las dos Coreas: algo imposible de celebrar sin sobresaltos. En este sentido, diré algo irrebatible: el problema de las terrazas en Almería viene dado, principalmente, por el carácter jovial y festivo (vamos a ser generosos) del almeriense, entendido aquí como epítome de nuestro estilo de vida solar y mediterráneo. Somos gritones, expresivos en exceso y, reconozcámoslo, a partir del cuarto vino tendemos a creer que cantamos muy bien y que el vecindario estará dichoso de apreciar ese admirable don. He estado en terrazas en otros países en donde se escuchaba con claridad el batir de las cucharillas en las tazas de café, mientras que en una terraza almeriense tienes dificultades de escuchar a tu compañero de mesa por el nivel de los gritos y risas del resto de clientes. Pensemos en esto antes de seguir con el debate. Y disfruten del día.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/163142/la-terraza-megafono-social