El pasado no ha muerto

“Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar” ¡Qué gran reflexión por parte de Antonio Machado!, de quien rememoramos estos días la efemérides de su muerte por “mal de España”, como dijo Vallejo; reflexión que toma dimensión ante el escenario de anticipo electoral gracias a que el presidente Sánchez no ha dejado de lado la realidad, a pesar de querer alcanzar alguno de sus sueños.

La España de Machado estaba sumida en la agitación del miedo por parte de las derechas, provocando ansiedad e incertidumbre, alegando inseguridad en orden público – avivada por ellos – y el miedo a la “amenaza roja” que supuestamente llevaría a la desaparición de España, bañada por la ola roja de Moscú. Lo recuerdo porque la manifestación de Colón es el inicio de una agitación social sin precedentes en nuestra historia reciente, a pesar de la baja participación; escoger la calle para tratar de conseguir lo que en democracia sólo se consigue con las mayorías parlamentarias, es peligroso. Pero Sánchez ha dado prioridad al interés general pues, convocando elecciones, ha desmontado el gran argumento de las derechas sobre que cedería ante el independentismo llevándonos a la ruptura de España.

Pero las derechas y la extrema derecha siguen con la agitación y el miedo, enfrentándonos por cuestiones de género, territoriales o migratorias. No en vano, han vetado ya, con un único senador, una declaración en la Cámara alta contra la homofobia en el deporte.

De ahí la importancia de explicar bien a la ciudadanía que en democracia la discrepancia es normal, y que ésta se debe conjugar con el diálogo, buscando puntos intermedios, sin violencia, respetando la ley y a quien piensa distinto a ti, pues no hay verdades absolutas. Y para ello, no debemos perder la esperanza ni pensar que quienes echan gasolina al fuego lograrán quemarnos a todos pues, como escribió Machado, “Hombres de España, ni el pasado ha muerto ni está el mañana, ni el ayer, escrito”