Va de suyo que en campaña electoral a todos se les calienta la boca. Es verdad que surgen comparaciones absurdas, propuestas imposibles, pero, ojo, mucho ojo, con las ocurrencias sobre todo cuando estas se convierten en noticia que acapara tiempo y medios.
VOX se caracteriza por demasiadas ocurrencias. La última, hasta el momento de escribir estas líneas, ha sido el discurso relativo a las armas que, por cierto, no todos los seguidores de este partido comparten. Deberían tener claro lo que es política con mayúsculas, pero no, no la tienen.
En paralelo en el tiempo, nos encontramos con el señor Torra. Irresponsable sin límite y ahora, a cuenta de los famosos lazos, todo un retador y además faltando a la verdad. Sabía desde hace días cuál era la respuesta del defensor del pueblo catalán y sabía, desde el primer momento que la orden de la Junta Electoral Central era taxativa. Se está mofando del Estado y el Estado, esperemos, responda, siempre ajustado a derecho. En las actuales circunstancias en las que no basta con ser el primero para gobernar sino que lo que hay que buscar son acuerdos, todas estas ocurrencias, por emplear un lenguaje suave, van a tener sus derivadas el próximo 29 de Abril. Vox, por un lado, y los independentistas catalanes, por otro, están complicando tanto a Sánchez como a Casado esos pactos a los que necesariamente se verán abocados.
El PP debe marcar claras distancias de Vox. Casado está en ello. El éxito de esta estrategia no está garantizado pero aún en el supuesto de que pudiera perjudicarle, tanto dirigentes como militantes del PP deben mirarse al espejo y reconocerse aún cuando pueda conllevar no alcanzar objetivos.
Esto mismo vale para Pedro Sánchez. Sus socios de moción de censura también se lo están poniendo difícil. Los catalogados como moderados del independentismo han sido sustituidos por personas más radicales y ahí está Torra, dando el espectáculo. En público nadie chista. Para añadir dificultades, todo indica que Podemos está a la baja.
Esta campaña no es una campaña cualquiera. Lógico es que cada cual marque territorio, pero hay líneas que no deben sobrepasarse para que lo que ocurra a partir del 28 de Abril no nos deje a todos con la boca abierta, que todo puede ocurrir.
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